C16- ELLA ES UNA MALA PERSONA.

Elizabeth se incorporó con las manos temblorosas y la sangre resbalando por su palma mientras los fragmentos de vidrio seguían esparcidos a sus pies. El silencio en el salón era incómodo, como si todos esperaran que ella se rompiera del todo.

Pero no lo hizo.

Se alisó el vestido con un gesto firme, respiró hondo y levantó la cabeza. Sus ojos se encontraron con los de Narissa, que seguía sentada con esa sonrisa torcida y segura de su victoria.

—Gracias por su preocupación, Luna Narissa —dijo con la voz clara y sin temblor. —Prometo que la próxima vez revisaré que la alfombra esté en su sitio antes de servir.

El murmullo que siguió fue breve, pero suficiente para que Narissa entrecerrara los ojos molesta por su atrevimiento. Y Gideon no se movió; seguía de pie, a medio paso de la mesa, con los puños cerrados y la mandíbula tensa por la situación.

Elizabeth lo miró solo un segundo, lo justo para confirmar lo que ya sabía: no iba a intervenir.

Entonces Zande