C129 - POR EL BIEN DE TODOS.

En la mansión, Elizabeth se lanzó contra Cerdina. La pelea había escalado al jardín, y como todos los lobos en el mundo humano, las casas estaban alejadas de la ciudad, preferiblemente cerca de bosques. La loba roja era majestuosa y brutal, con un torrente de furia contenida durante años. Pero Cerdina fue rápida y logró morder el costado de Elizabeth y desgarrar su piel, arrancando un aullido de dolor.

Pero Elizabeth no retrocedió. Su cuerpo se abalanzó con más fuerza y la derribó contra el suelo, hundiendo sus garras en el lomo enemigo. La otra loba chilló, se revolvió y alcanzó a darle un mordisco en la pata, haciéndola sangrar.

Pero la loba roja no se movió. En cambio, abrió las fauces y le desgarró el cuello con una mordida salvaje. Cerdina forcejeó, trató de zafarse, pero Elizabeth la mantenía hundida contra el suelo, inmisericorde. Y cada vez que la loba gris intentaba moverse, Elizabeth apretaba más, hasta que ya no salió ningún sonido, hasta que la