C102-LOBA GRUÑONA.
C102-LOBA GRUÑONA.
Los labios de Gideon, se movieron sobre los de ella con una urgencia feroz, exigiendo una respuesta que Elizabeth, a pesar de su rabia, no pudo negar. Un gemido ahogado se escapó de su garganta y el lo aprovechó para profundizar el beso, su lengua encontrando la suya en un baño húmedo y caliente. Se pegó a ella, todo su cuerpo una línea dura y familiar contra la suavidad de sus curvas, y ella sintió la evidencia inequívoca de su excitación, una presión firme y insistente contra su vientre que hizo que un calor repentino la inundara.
Le había extrañado, tanto que le dolía.
Y Cuando se separó de sus labios, ambos jadeaban. Pero Gideon no perdió el ritmo; sus besos descendieron por su mejilla, hasta la línea de su mandíbula, y finalmente encontraron la piel sensible de su cuello.
Elizabeth cerró los ojos, dejándose llevar por la sensación, sus manos aferrándose a sus brazos para no caer, porque cada beso, cada mordisco suave, era un recordatorio de lo que una vez tuvo