Las siguientes cuatro semanas pasaron rápidamente, Sarah pensó que vivía la mejor temporada de su vida, luego recordaba a Roy y la culpa atravesaba cada nervio de su ser. Se reunía en casa junto a Thom, a Thasha y a Raymer, ¿quién lo diría?, cualquiera pensaría que era su hermano y no el gemelo de Roymer, en ocasiones Carol se unía y veían películas juntos, el viernes por la mañana, dejó a Thasha en la escuela y se dirigió al despacho.
-Hola Sarah, buen día.
-Buen día, Juliet- le sonrió ampliamente.
-Últimamente se te ve feliz y muy relajada- Sarah no le dio respuesta a aquello, solo sonrió.
-Pásame sólo las llamadas más importantes.
-Como tú digas.
Mientras entraba a su despacho y se sentaba, recordó lo feliz que había sido este mes, y todas las veces que Thom la había hecho suya, y ella se rendía completamente al éxtasis de corresponder a su amor y a su