Al día siguiente se sentía feliz, había hecho el amor con el único hombre que amaba, rogaba a Dios que la perdonara por faltar a sus votos matrimoniales, por no cumplir con las promesas que había hecho frente al altar, pero el amor que sentía por Thom, era más fuerte que ella y más fuerte que su fuerza de voluntad.
Era una adultera, lo sabía y realmente le pesaba, la crianza y la educación que su familia le dió, contradecía por completo sus acciones pero, no le habían enseñado también que el amor todo lo podía, todo lo perdonaba, rogaba a ese Dios amoroso que entendiera su difícil situación, que por su inmenso amor comprendiera sus sentimientos y no sé sintiera decepcionado de ella.
No era fácil fallar a su formación pero, tampoco era fácil dejar de lado su corazón.
- Estás hermosa, mi amor- le dijo Thomas abrazándola y besándola fuertemente mientras la sostenía por la cintura.
-Todo es gracias a ti, es tu amo