Cuando el Alfa se acercó a Isabella, para ofrecerle su mano, los cachorros estaban pendientes de todo, sus amarillos ojos tenían un brillo especial, ver a sus padres juntos los hacía felices
De camino al coche, Luciano, dijo a la loba
— Tratemos de llevarnos bien está noche por los lobeznos — Isabella asintió, a ella también le gustaba ver a sus hijos sonrientes
En el evento la mayor parte de la manada ya estaba allí disfrutando del banquete, ellos vieron llegar a su Alfa con dos cachorros de la mano y a su anterior luna, la misma que una vez lo engañó con otro lobo, los susurros no se hicieron esperar pero Isabella los ignoró
En el escenario donde una orquesta tocaba lindas melodías fue callada, era hora de que el rey tomara la palabra
— Buenas noches a todos
— Buenas noches Alfa... — todos respondieron en coro
— Estamos aquí está noche por algo que es demasiado importante para mí, este banquete es en honor a mis cachorros, les presento a mis hijos y herederos, Lucian Salvatore