LA DISYUNTIVA

¡Ay! Dios.

Esto si va a ser, verdaderamente un problema para Richard, su esposa no podía darse cuenta de su verdadera inclinacion sexual. Si se enteraba se le acabaría hasta la vida

Tendría que dejar de ser el hombre rudo que todos creían que era, causaría repulsión a todos, especialmente a sus hijos, a su familia, a su esposa y a la misma sociedad.

Específicamente a sus compañeros de trabajo que lo veian como su superior.

Y en lugar de perseguir a la gente como hacía ahora, el perseguido sería el.

Eso significaría su ruina como hombre además de la de los suyos.

Ya no sabía que inventar, para seguir escondiendo su doble vida.

Algo tendría que hacer ahora y por su propio bien.

Además tampoco le había expresado claramente su amor a Mark, a pesar de que pasaban mucho tiempo a solas cuando lo visitaba.

Todavía no tenía muy claro si el amor de Mark era recíproco hacia el.

No deseaba experimentar su rechazo porque sabía no lo soportaria.

Aunque Mark lo amara tampoco se había planteado una relación con el, ni estaba seguro de su amor.

Afecto que no le expresaba abiertamente, porque creía que estaba prohibido para el, ya que Richard estaba casado, tenía un hogar estable y con hijos.

Y no quería sentirse culpable por desbaratar un matrimonio.

Se conformaba con el poco tiempo que compartían juntos, para el eso era suficiente hasta ahora.

Pensaba que si le declaraba su amor, Richard lo rechazaría y lo despreciaría por el carácter tan terrible que tenía.

El poco tiempo que le brindaba con su compañía era muy valioso, por lo menos era lo que sentía.

Que problema, que disyuntiva para Richard sabía que amaba a Mark profundamente pero no podía comunicárselo, ni gritarselo.

Pero también amaba a sus hijos y por ellos tendría que mantenerse callado ya que no los podía hacer sufrir.

Decidió planear una estrategia para que su esposa se quedara tranquila sin tratar de averiguar la razón de su comportamiento con ella.

Pero…

¿Que haría?

¿Cómo seguir disimulando?

Tendría que ser muy valiente para poder sobrellevar esta situación. No sería tan difícil para el porque ya tenía años haciendo lo mismo, viviendo con ella, disimulando.

El asunto es que hasta ahora no conocía de sus inclinaciones sexuales hasta ahora cuando conoció a Mark.

Esta situación seguirá oculta por parte de Richard quien sabe hasta cuándo, aunque lo acabará emocionante.

Por lo menos ya se aceptaba como era realmente.

Era algo egoísta, porque no sabía que tratando de alargar la situación le estaba haciendo más daño a su esposa y a su familia.

Y estaba dañando hasta la memoria de sus padres, quienes durante toda su existencia y hasta antes de morir fueron sumamente exigentes con su persona.

Si desmotraba su verdadera personalidad arrastraría con el a mucha gente y lastimaria a todos los involucrados con el

Sus hijos dos niños sumamente hermosos que heredaron la belleza de su madre y lo tosco de su padre, le tenían.

Ya que no habia sido con ellos muy cariñoso. Según el, porque eran varones y debía tratarlos con mucha seriedad, ni siquiera les permitia que lloraran, delante de el no podía expresar tristeza.

Siempre justificaba sus acciones diciendo que así lo enseñaron y lo trataron sus padres.

Eran muy cercanos a su madre, ya que desde su nacimiento ella los cuido. Richard siempre le criticaba a su esposa la forma de como trataba a sus hijos indicándole que debía tratarlos fríamente.

Cuando fueron creciendo si la encontraba jugando con ellos le reclamaba. Diciéndole que si actitud para con ellos los llevaría a faltarles el respeto.

Cosa que Gracias a Dios jamás sucedió ya que sus hijos la respetaban y la amaban con todo el corazón.

Entonces…

Se imaginan ustedes, que esos niños cuando se convirtieran en hombres, descubrieran la doble vida de su padre.

Richard está en cuenta de que no tendría palabras para justificar esa situación ante ellos.

Y no sabía si tendría el valor para aguantar el reclamo de sus hijos.

Asi que como parte de su estrategia le pidió un cambio de lugar de trabajo a su jefe, eso sería una buena idea porque se alejaría un tiempo de la ciudad y de Mark.

Evitando el contacto con el, también calmaría la ansiedad que tenía su esposa, se quedaría tranquila y no continuaría indagando sobre su vida.

Su superior le aprobó la solicitud de cambio de lugar de empleo y lo envío a un estado que se encontraba a 12 o 13 horas de su hogar.

El se dijo asi mismo:

¡Que bueno!

Así no podría regresar a casa rápidamente si le provocaba o si le daba nostalgia estar lejos de sus hijos y de Mark. Además había mucha distancia de por medio.

Del Comando donde trabajaba se fue a hacer sus maletas ya que eran muchas, tenía pensado pasar el mayor tiempo posible que pudiera en ese estado.

O hasta que sus superiores decidieran otra cosa.

Preferiría estar lejos de sus hijos antes de hacerlos sufrir.

Luisa su esposa, lo vio entrar con las maletas vacías para llevarlas a la habitación y le pregunto:

¿Y eso?

¿A dónde piensas ir?

¿Estás huyendo de mi?

¿Te vas con otra?

Richard le contesta:

Que cansona eres, ¿Porqué razón tendría yo que huir de ti?

No inventes tantas cosas, ya deja de celarme, por favor.

Pasa que mi Jefe me envió de Comisión a un estado muy alejado y a muchas horas de distancia de esta zona.

Según me necesitan allá, es una orden y no puedo dejarla de cumplirla.

Caramba que conveniente dice su esposa, ahora que todavía no hemos aclarado ni arreglado nuestros problemas.

¡Quédate tranquila! Le dice Richard, ya no es mi culpa, órdenes son órdenes, lo dijo sin que ella supiera que fue el quien solicitó su cambiom

¿Cuando regresas? Le dice su esposa. Eso realmente no lo sé, no me hablaron de tiempo para regresarme.

Recuerda que estamos en medio de una guerra que apenas está comenzando y no sabremos que cosas pueden pasar.

Ella se le acerco tratando de darle un beso en la mejilla y el le dijo suavemente:

Déjame, tengo que empezar a arreglar mis maletas, no tardan en venir por mi.

Pronto enviaran a un chofer.

Al cabo de media hora, Richard se dirige con la maleta a la sala de su casa. Diciendo a su mujer:

Ya me voy, despideme de los niños.

Está bien no te preocupes eso haré, le diré a los chicos que saliste y no te dió tiempo de despedirte de ellos.

!Que te vaya muy bien!

¡Cuídate mucho!

Richard salió de su casa, apresurado, dándose cuenta que tenía mucho tiempo libre antes de que vinieran por el.

Pensó y si pasó a despedirme de Mark, debería hacerlo, ya que no sé cuándo lo volveré a ver de nuevo.

Continuo caminando sin parar, sin saber a dónde dirigirse con las maletas.

Si esperaba en casa, o sería lo correcto ir a despedirse de Mark, si su esposa se daba cuenta a dónde se dirigía era capaz de seguirlo.

Allí si sería en realidad descubierto, la casa de Mark estaba muy alejada y los escondió donde se encontraba levantaría muchas sospechas.

¿Que haré?

Tomó una decisión demasiado sensata, no se despediría, no podía seguir buscandose problemas el también a los demás.

Así que agarró sus maletas y llamo al chofer del Comando, para que viniera a recogerlo.

Al desplazarse por el pueblo y hacer el recorrido para salir, Richard observo su callecitas hermosas, sus parques, casas, caminos.

Jamás como ese día había apreciado tanto su belleza.

Realmente era un lugar demasiado hermoso, lo que no sabía era que cuando regresara de nuevo, nada sería igual.

La Guerra con sus conflictos acabaría con casi todo lo que encontraria a su paso, destruyendo territorios, causando desplazamiento forzados, hambre, contaminación, tristeza y muerte entre otras cosas.

Richard no podía imaginarse nunca la magnitud de lo que pasaría después que salió de la ciudad.

El había participado en una que otra leve persecución. Pero nunca había experimentado de tal manera la crudeza y la crueldad que venía para todos.

Tanto para los que eran catalogados como perseguidos así como para el resto de los habitantes de la ciudad.

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