122. EL PASADO DE ROWENA
AMALIA
Mi loba ni siquiera ha dicho una palabra, pero es obvio lo mucho que le está afectando el estar cerca de Conall y Ajax.
Camino con mi familia de vuelta a nuestras habitaciones, por suerte la atención se ha desviado a Rowena y no me han interrogado sobre mis intercambios con Ajax.
Por la Diosa, ahora que tengo a mi loba despierta, es como si ese lazo que nos unía se hubiese convertido en una cadena que nos ata a ambos.
Cada toque, cada caricia, cada susurro se multiplica por mil y el deseo irresistible que siento de ceder a ese hombre.
Sus feromonas inundando mis sentidos, calentando mi vientre e incitándome a cometer locuras.
Estoy segura de que a penas me quite esta capa de hechizos y engaños, la llamada de mates será irresistible.
— Bruno, tienes que calmarte – escucho la voz de mi hermano en cuanto entramos a la habitación.
Dudo entre quedarme o irme y darles su espacio.
— Yo, creo que me voy…
— No, no Ama… Agnes, ven, entra, necesito hablarte sobre un asunto – ella me llama