DOS SEMANAS DESPUÉS
Hoy decidí pasar todo el día con Claudine, habíamos hecho el amor cientos de veces, y cada vez era más maravilloso que el anterior.
Mientras Claudine yacía tendida sobre mí, yo le acariciaba con ternura la espalda, este día había sido maravilloso, y quería que terminara de una manera magnífica.
— Quiero presentarte a alguien — le susurré.
Ella levanto la cabeza y me quedo mirando.
— ¿A quien? — Me preguntó con curiosidad.
— A alguien muy especial para mí — Le dije.
Ella acarició mi mejilla con ternura.
— ¿A quién te refieres? — Me preguntó.
Con una sonrisa misteriosa, me levanté de la cama y le extendí la mano para ayudarla a ponerse de pie.
El sol de la tarde se filtraba suavemente a través de las cortinas, creando un ambiente cálido y acogedor en la habitación.
— Es sorpresa — le dije, manteniendo el misterio.
La llevé de la mano al baño, donde había preparado una sorpresa, la tina estaba llena de pétalos de rosas.
— ¡Me encanta! — Dijo ella emocionada.
Yo la