—No le hagas caso —dice la chica que atiende el bar—, está así porque después de tanto tiempo viviendo arriba con los humanos, murió y volvió a sus raíces. ¿Cómo te llamas?
Iba a responder, pero Debon se me adelanta.
—No lo recuerda.
Es ahí cuando el chico me presta más atención y camina a mi alrededor, detallándome.
—No eres mi tipo —quiero comentar.
—Ni tú el mío, aunque tu especie coge con todos por placer —me aclara.
Lo ignoro y pongo mi centro en la chica, quien decide continuar hablando.
—Él es Damon —presenta al chico—, ella es Leslie, la jefa y yo soy Tiana.
En cuanto Damon se detiene en observarme, ahora yo lo veo a él.
—¿Damon? —pregunto.
—¿Eres sordo? —dice de mal humor.
—No, es que siento que te conozco, pero no sé de dónde o que —respondo con sinceridad y él se impresiona.
—¿Cuál es la razón por el cual lo trajiste, Debon? —Leslie tiene curiosidad.
—Es que creo que es el elegido, ya ves, conoce a Damon y se supone que no puede conocerlo, ¿De dónde? Si apenas conocemos a a