Debido a que las acciones de Caín no eran demasiado graves y su disculpa parecía algo sincera, Claus no pudo tomar medidas severas. Tan solo reprendió a Caín brevemente y luego lo dejó ir.
Al día siguiente, Caín regresó de nuevo a la casa antigua con Luna, expresando su deseo de visitar a Rosalía. Llevaron consigo frutas y flores.
Para Luna, esta era la segunda vez que visitaba la casa antigua, y cada vez se quedaba impresionada por la magnificencia de la mansión. Sin embargo, disfrazaba cuidadosamente su curiosidad y codicia aparentes, tratando de no mostrarlas.
Cuando vieron a Rosalía, Luna de inmediato mostró una actitud respetuosa y dijo: —Señora, escuché que hace poco se le presentó un terrible accidente durante un vuelo, así que vine a visitarla.
Rosalía miró de reojo a Luna. Los eventos anteriores entre ellas eran de conocimiento público, y obviamente, su relación no era del todo muy buena.
Al verse nuevamente en esta situación, Rosalía no estaba dispuesta a mostrar una car