Capítulo 831 De veras que los sentimientos del uno al otro habían crecido tal árbol frondoso
Estrella había permanecido en casa todo el tiempo, sin salir a ningún lado, y nadie la había molestado en su tranquilidad. Además, Claus la acompañaba, así que los días pasaban relajados y felices.
Estrella podía dormir, y despertarse a la hora que quisiera, todos los días, lo que la hacía sentirse realmente bien.
Ese día, después de bañarse, Estrella bajó las escaleras y se dio cuenta de que Yune estaba sentada junto a Claus en la mesa del desayuno, comiendo.
Al ver a Yune, los ojos de Estrella se iluminaron y preguntó con alegría: —Tía, ¿cómo llegaste aquí?
Yune bromeó: —¿No me estás dando la bienvenida? ¿Estoy interfiriendo en su vida de pareja?
En estos días, Estrella ya no se avergonzaba fácilmente y no se sonrojaba con facilidad por algo que dijeran. Se sentó naturalmente al lado de Claus y respondió con una sonrisa: —Por supuesto que te damos la bienvenida, tía.
Yune sonrió entre dientes y dijo: —Tu voz se vuelve cada vez más dulce y tierna.
Estrella también respondió con