Al día siguiente, Rosalía fue a la empresa para participar en la reunión extraordinaria. En esos días, Claus no estaba presente y Rosalía se encargaba de la gestión de la empresa.
Había pasado una semana completa desde el accidente y Claus no había aparecido ni una sola vez. Toda la empresa estaba discutiendo lo que realmente había sucedido, e incluso había varias versiones al respecto de lo sucedido. Rosalía se había enterado de esas discusiones, pero fingía no prestarles atención.
Normalmente, Andrés y Andrían solían expresar sus opiniones después de la reunión. Sin embargo, hoy no tenían paciencia para esperar y expresaron directamente sus intenciones. Andrés fue el primero en hablar:
—Presidenta, ha pasado una semana desde que el cargo del presidente quedó vacante. Debemos encontrar a una persona adecuada para gestionar la empresa. Como dice el refrán, un país no puede funcionar sin un emperador, y lo mismo se aplica a una empresa. No podemos hacer esperar a tantos empleados po