Al día siguiente, Estrella llevaba su mochila escolar, pero en realidad se dirigió al lugar donde vivía Yael.
Acababa de pedir permiso a Claudia, quien prácticamente no preguntó la razón de su ausencia y simplemente lo concedió. Aun así, Claudia preguntó si se sentía incómoda en algún aspecto, a lo que Estrella respondió que no.
Una vez que Claudia aprobó su permiso, Estrella se dirigió al lugar donde se encontraba Yael. Al llegar, tocó el timbre y fue Héctor quien abrió la puerta.
Sobre la mesa había frutas y algunas cajas de comida para llevar. Yael, a pesar de estar enfermo, estaba concentrado viendo un partido en la pantalla.
Al ver esta escena, Estrella frunció el ceño instantáneamente. —¿Estás enfermo y aun así pides comida chatarra ¿No cuidas tu salud? Héctor, ¿no sabes cocinar? ¿Por qué no le preparas una comida a Yael?
Al escuchar la voz de Estrella, Yael se levantó de inmediato. —Señorita.
Yael tenía el brazo herido, y en ese momento llevaba una camiseta de manga corta con un