—No te preocupes —respondió Héctor con calma y continuó con el examen médico.
Cuando finalizó, dijo:
—No hay lesiones graves. Si hubiera llegado dos minutos más tarde, el dolor ya habría desaparecido.
Al ver a tanta gente rodeando a su jefa, Héctor pensó que Estrella había causado algún altercado. Sin embargo, sabía que Estrella no era una chica indiscreta y no haría una cosa así. Después del examen, se dio cuenta de que sus sospechas eran ciertas. No pudo evitar preguntarse en su corazón: ¿qué pensamientos tienen los estudiantes de secundaria hoy en día?
Al escuchar el diagnóstico, Isabella se quedó paralizada por un instante. Luego le preguntó a Héctor.:
—¿Qué significa?
No pudo evitar tener miedo de que el médico hubiera descubierto la verdad.
Viendo que Isabella todavía fingía ser inocente, Héctor le contestó en un tono indiferente e impaciente:
—Tú has dicho que las partes que presioné es donde golpeó el balón, ¿no? Pues aparentemente no. El punto de impacto de la pelota debe esta