Todos los compañeros presentes hablaban mal de Estrella.
Ella no se enfadó por esas palabras, solo quería burlarse de la actuación de Isabella, quien era calculadora y manipuladora. Sabía cómo trasladar el foco del conflicto a Estrella a través de la opinión pública.
Estrella no se opuso a nada, solo se quedó allí, cruzada de brazos y viendo el “espectáculo” interpretado por Isabella.
Al darse cuenta de lo que había pasado, Alejandro se acercó y le preguntó a Isabella preocupado:
—¿Qué ocurrió?
Viendo que llegó Alejandro, Isabella lloraba aún más mientras las lágrimas caían incesantemente. Con los ojos sonrojados, se veía como si hubiera sufrido una gran injusticia. Se atragantó y dijo:
—Estábamos jugando voleibol y la pelota se fue de la cancha, casi le dio un pelotazo a Estrella. Por eso, vine para disculparme con ella. Sin embargo, ella no aceptó mis disculpas e incluso me golpeó con la pelota deliberadamente. Solo fue un accidente. ¡Se ha pasado!
Isabella distorsionó la verdad, ya