Claus lo dijo todo, incluso si Paula no quería retener a Estrella, no tenía más remedio.
Al ver que no podía expulsar a Estrella, Paula finalmente, de mala gana, reveló la situación.
—Así es, Claus. Cuando regresé a mi país, Caín me buscó, quería que te traicionara, proporcionara cierta información. Ofrecieron un precio muy alto —Paula habló mientras observaba la expresión de Claus.
Viendo que la expresión de Claus se volvía más sombría, Paula cambió el tono, tratando de resaltar sus méritos: —Pero Claus, lo rechacé. No podría hacer algo que te lastimara.
Paula habló mientras miraba apasionadamente a Claus, como si las emociones en sus ojos estuvieran a punto de salir.
Estrella, que estaba al lado, encontró estas palabras excepcionalmente desagradables.
La lealtad de Paula era admirable.
Corrió especialmente para asegurarse de que Claus supiera lo leal que era.
Claus no se dio cuenta de la mirada de Paula; toda su atención estaba en lo que Paula decía.
No esperaba que Caín y l