Falco se puso la camisa consiente que el día era joven y que aún tenía cosas que hacer, pero se iba satisfecho dejando a su lobo con una radiante sonrisa en la cama, desnudo, envuelto entre las sábanas y deleitándose con su figura a medio vestir.
-No te preocupes por apurarte, Dante está bien entretenido con su nuevo cachorro. Hacía tiempo que no lo veía tan motivado -comentó risueño.
El beta se peinó el cabello rubio hacia atrás quedando en la hermosa e inmaculada cascada hasta la nuca, que Bastian adoraba despeinar solo para molestarlo.