Capítulo 88 ¡A donde ustedes vayan iré yo!
Belinda estaba molesta. Había llamado por teléfono móvil a Felipe innumerables veces y el teléfono sonaba apagado. Ella estúpidamente pensó que él se mantendría a su lado.
Escucho unos toques en la puerta y pensó que era Felipe. Se arregló el cabello, y se recostó en la cama con una expresión lastimosa.
—Adelante.
—Señora Belinda. ¿Se le ofrece algo?
—Ernesto…—le respondió Belinda despreciativa — ¿Dónde está Felipe? ¡Necesito hablar con él!
—El Señor está en unas gestiones de suma importancia para sus negocios, no puede responder el teléfono. Me dejo a mi pendiente de sus necesidades. Dígame lo que desea
— ¡Llámalo!, —le ordeno. ¡Me siento mal! ¡Quiero hablar con él!
—Si se siente mal con gusto, la llevaré al médico, o llamó a las enfermeras, pero no puedo molestar al señor
— ¿De qué hablas? ¿Sabes lo importante que soy yo para Felipe? Nada o nadie es más relevante para el que yo. ¿Quieres poner tu cargo en riesgo?
—Solo sigo órdenes de mi j