—¡¡¡Los cachorros son míos!!! ¡Y tú aún eres mi compañera! —Eso es imposible porque ambos firmamos los papeles del divorcio que me arrojaste en la cara y yo te rechacé. —Nunca acepté tu rechazo. ¡Me perteneces! —¿La misma compañera y Luna que solo era tu juguete sexual, la que se estaba siendo consumida por llamas, mientras estaba celebrando un gran banquete con tu amante, a la que enviaste asesinos porque querías deshacerte de ella solo para poder disfrutar de tu vida con otra mujer? —Por favor, dame una oportunidad. Eres mía, Agnes. Desde el momento en que me acerqué a ti, fuiste mía... —No soy tuya —dijo juntando el coraje para hablar. —No me detendré ante nada hasta recuperarte.
Leer másAGNES-
—¡Desnúdate! —susurró con frialdad, dejándome sin aliento mientras me congelaba en mi sitio.
No me moví. Ni siquiera me atreví a respirar.
Alfa Rastus inclinó la cabeza ligeramente y ese mero acto hizo que me subiera el corazón a la boca del terror.
—¿No me escuchaste, esclava? ¡Dije que te desnudaras, joder! —gruñó, sonando inhumano.
Esclava.
Sí, soy su esclava, su juguete sexual todo ese tiempo pero también soy su esposa y su luna.
¿¡Por qué me hizo esto!?
Lo sabia pero aun asi, sus palabras eran como una daga sumergida en ácido que atravesaba mi corazón.
Estaba enojado por el hecho de que tenía que aparearse con la loba más baja de la manada.
Estaba atrapado con una huérfana y, para colmo, esta huérfana no podía transformarse ni acceder a su loba, pero tenía que aparearse conmigo.
Incluso si quisiera formar un vínculo más fuerte conmigo, no lo sentiría porque no tenía loba y era débil.
Sabía eso y me odiaba a mí misma más que el a mi o cualuqier otro miembro de la manada que me despreciaban.
—¿No me escuchaste? —preguntó.
Me estremecí ante el tono gélido. Mis manos temblaron mientras agarraba la blusa con más fuerza para detener el temblor.
No podía soportar mirar esas despiadadas esferas grises que contenían la promesa de mí destrucción.
-L...o lo siento -susurre apenas fue audible para mis oidos.
¿De que me arrepentía? ¿De mi existencia? Tal vez. Eso era mas que seguro. Pero, ¿mi disculpa aria una diferencia?
—Arrodíllate —dijo. La calma en su voz me atemorizó.
Sin decir una palabra más, me arrodille frente a él.
—Pon las palmas de las manos en el suelo —su voz espesa resonó en la habitación oscura.
Mientras intentaba contener el nudo que tenía en la garganta, apoyé las palmas de las manos en el suelo.
Era humillante, ya que mantenía la mirada fija en el suelo.
—Ahora arrástrate hacia mí —dijo con frialdad y todo mi cuerpo me tensó.
Parpadeé y mis lágrimas cayeron sobre el suelo de baldosas nublando mi visión.
Gatear.
Entonces él quería mostrarme su lugar, que yo era un animal. Una mascota esclava tal vez.
¿Por qué me dolía tanto?
No debería haber esperado nada más de él, entonces ¿por qué me sentía desesperada?
Horas más tarde...
Él terminó y se fue sin darle ni una sola mirada.
Como una muñeca de trapo que acaba de ser usada, me acosté como un juguete sexual sin emociones, miré el techo blanco.
«Ante mis ojos nunca seras mi Luna. Escúchame atentamente…», esas palabras habían resonada en mi mente desdé hacía tres años, después de nuestra ceremonia de boda. «No esperes nada de mí como tu mate, eso jamás sucederá. Solo te necesito a mi lado para poder fotalecerme ¿Quedé claro?»
Sí, las palabras que le había arrojado eran como dagas afiladas. Eso había dolido muchísimo. Mi corazón ya fragmentado, se termino de romper, pero no podía, no podia renunciar con lo único que la diosa de la luna me había bendecido.
Alfa Rastus era lo único a la que podía llamar mío con valentía.
Él era mío.
No tenía a nadie más, así que pensé que algún día él entendería que era todo lo que tenía.
La esperanza de que algún día él me mirara con amor en esos ojos grises.
Tenía la esperanza de poder demostrar que era digna de ser su Luna y la diosa sabía que lo había intentado.
Estaba haciendo todo lo posible para apoyarlo y amarlo, aunque todavía no me besara.
¡¡Qué ironía!!
Se estaba riendo a carcajadas de ella en ese momento. Claramente, había sobreestimado su amor por él.
Me levanté de la cama a pesar de que mi cuerpo se resistía ya que mi estomago rugia por comida.
El sexo con alfa Rastus siempre me deja cansada y con moretones y hoy no fue diferente.
Pronto me dirigí a la cocina del castillo, para prepararme algo de comer porque nadie lo hacía.
Yo era la Luna de la manada Bosque Lunar, si, pero solo de nombre que incluso tenia que hacer mi propioa comida. No era nada nuevo y estaba acostumbrada a hacerlo todo yo misma desde que tenia memoria.
Sali de mis pensamientos cuándo oí que se abría la puerta principal. Lo que no esperaba era ver a dos sirvientas y dos guerreros armados entrar a la cocina y acercarse a mí.
—¡Arrastren a esta perra! —silbo la encargada jefa de servientes del castillo a los guerreros dejandome confundida—. ¡Fuera del castillo!
DAVIEN;Una pérdida de tiempo.Así es como llamaría a esta reunión con mi padre. ¡Por la Diosa! ¿Cuánto tiempo llevamos aquí? Casi una hora, y sin embargo, todo lo que ha hecho es menospreciarme e intentar intimidarme.Se estaba andando con rodeos.Incluso un ciego podría verlo.Sentía arrepentimiento en los huesos porque quedarme con Katie, que me necesitaba, habría sido una forma mejor y más eficiente de pasar la hora que sentarme aquí escuchando a mi padre.—Eso es todo. Me voy —solté, interrumpiendo la declaración de mi padre.—Pero no he terminado. Siéntate —se quejó.—¿Qué exactamente no has terminado? —pregunté furioso, al ver la sorpresa pasar por sus ojos por millonésima vez.Sería estúpido no darme cuenta de que ahora sospechaba que tenía un lobo.—Recordarme que soy tu hijo no amado no me convence. Si no me quieres aquí o necesitas mi ayuda, házmelo saber y me iré de aquí.¡Maldición! Solo necesitaba que me contara el plan. Necesitaba algo tangible que decirles a aquellos q
Princesa Katie;—¿Por qué nadie contesta sus malditos teléfonos? —dije entre dientes, resistiendo el impulso de tirar mi celular contra la pared.Antes de salir de casa, acordamos que mis familiares estarían disponibles y que me llamarían al menos una vez al día, pero, aunque era mi segunda mañana en Piel Negra, ese acuerdo parecía no significar nada."No hay ninguna ocasión especial. Ninguna ceremonia o ritual que los haya mantenido ocupados desde ayer. Estoy empezando a preocuparme", dijo Zuri.Estaba demasiado enojada para preocuparme. Sentía que mi madre me estaba tomando el pelo porque ya sabía que descubriría las verdades que se había esforzado por ocultarme durante mi estancia en Piel Negra. Demonios, estoy segura de que sabía por qué intentaba contactarla."¿Están ignorando las llamadas intencionalmente?", preguntó Zoe, su confusión mezclándose con la de Zuri."Eso es inverosímil, Katie. Quizás tengamos que ser pacientes y…"Un fuerte golpe en la puerta interrumpió la declarac
DAVIEN;Ver a Cole anoche en la fiesta de bienvenida confirmó que mis padres estaban haciendo todo lo posible por irritarme.La fiesta no fue agradable ni para Katie ni para mí, pero no nos fuimos hasta que terminó.Mientras yo pasaba toda la noche pensando en cuándo mi padre me diría por qué me había pedido que volviera a casa, Katie se la pasaba preguntándose por qué nadie de Bosque Lunar respondía a las innumerables llamadas que hacía.Podía sentir su mente atribulada como si fuera la mía, y me dolía que todo lo que pudiera hacer fuera abrazarla."Deberías hablar con Jade. Tal vez ella pueda arrojar más luz..." empezó Dolf, pero se interrumpió y suspiró.No importa. Lo que necesitaba era hablar con sus padres. Necesita respuestas que Jade ni nadie más puede darle."Todavía tengo que hablar con Jade. No debería haber acusado a Katie como lo hizo ayer", le dije a Dolf, aunque estaba de acuerdo con su conclusión.Mirando el rostro inquieto de Katie, decidí mantenerla lejos de Cole, qu
Princesa Katie;—No dejaré que te traten así.Me enfurecí al ver que la tensión a nuestro alrededor aumentaba, a pesar de que la multitud seguía vitoreando.El agarre de Davien alrededor de mi cintura se hizo más fuerte, y sabía que no quería que me desquitara, pero ya había tenido suficiente de esto.¿Cómo podían tratarlo como si no existiera, ni siquiera en una ceremonia? Alex tenía un asiento para el sólo, y Daniel también, quien no dejaba de mirarme como el bicho raro que era. Sus padres también se atrevieron a mostrarme esas falsas sonrisas, acercándose para mostrarme claramente mi asiento.—Gracias por acompañarnos, Princesa Katie —pronunció alfa Jarrett con voz suave, y los vítores resonaron por el pasillo mientras los miembros de la Manada Piel Negra celebraban su júbilo.Yo no estaba alegre como el resto de ellos, y con cada segundo que pasaba, se hacía más difícil fingir—Por favor, siéntese, princesa. —Como era de esperar, Luna Cynthia señaló el único asiento vacío en la pl
DAVIEN;—Eso no puede ser —susurró Katie mientras se tambaleaba hacia el dormitorio, con el rostro pálido y las manos temblorosas.Recogí la bolsa que Jade había dejado caer, seguí a Katie a nuestro dormitorio y cerré la puerta con llave.—¿De verdad está muerta? —me preguntó, con el horror grabado en sus tormentosos ojos azules.Asentí, sorprendido de que Katie no supiera que la tía Jessica había muerto hacía trece años. Mi mate se desplomó en la cama y me arrodillé ante ella, tomándole la mano y diciéndole que respirara."Para proteger a Katie y a Kyle, Agnes les ocultó la noticia de la muerte de Jessica. Tampoco conozco la historia completa, pero tengo la culpa por el papel que desempeñé. Larisa puede haber apretado el gatillo que mató a Jessica, pero yo la puse en la posición de ser asesinada por mis deseos egoístas", me dijo Dolf, asumiendo la culpa a pesar de que todos sabíamos que él no tenía nada que ver con todo lo que sucedió hacía trece años"Quieres decir que todo es culpa
Davien y yo nos despertamos tarde en la tarde. Mientras que Davien tenía razones más que suficientes para dormir tanto tiempo, yo no tenía ninguna porque-"Tú también tienes razones más que suficientes, Katie. ¿Has olvidado lo que nuestro machote caliente te hizo antes de que ambos se durmieran?" preguntó Zoe antes de meterme en la mente imágenes explícitas de Davien follándome como si no hubiera vivido ese recuerdo hacía unas horas.Me puse roja y me eché las mantas sobre la cara mientras Davien iba a abrir la puerta. Afortunadamente para quienquiera que estuviera en la puerta, Davien y yo nos despertamos antes de que pudiera perturbar la paz que nos esforzamos por lograr.No habría perdonado a la persona en la puerta si hubiera despertado a Davien, sin importar la razón.—Oye, Jade. ¿Por qué estás aquí? —La familiaridad y el afecto en la voz de Davien no pasaron desapercibidos."¿Creí que había dicho que no tenía ninguna amiga aquí? ¿Quién es Jade y por qué huele tan feliz como suen
Último capítulo