Algunos días después, Paula las visitó sin dar aviso previo. Amber la recibió cálidamente, mientras que Ruby, por cortesía, se unió a la conversación. Flynn, a quien Tucker había dejado al cuidado de ellas el día anterior, también se unió.—Ruby, no has venido a verme desde el día que me trajiste pastel. Así que no tuve más opción que venir yo misma a verte —dijo Paula; incluso su saludo hizo que Ruby perdiera energía.—Perdón, Paula. No sabía qué días estaría libre, así que no sabía cuándo visitarla —intentó explicar Ruby de manera educada.—Podías haber venido a mi casa por las noches.—Solo no quería ser una molestia, Paula. Si estaba cansada —dijo Ruby, buscando una excusa.—Mira a tu hija, Amber. Estos días me trata como si fuera una extraña —se quejó Paula, dirigiéndose a la madre de Ruby.—Usted trabaja muy duro todos los días, Paula. De verdad no queríamos ser una molestia.—¿Así que usted también piensa así, eh? ¿Y adónde planean ir? —Paula vio un bolso cerca, empacado
Leer más