Capítulo 76 —Así amanezco yoNarrador:La mañana entró tibia en la habitación, apenas una franja dorada colándose por debajo de las cortinas. Luigi despertó primero, con ese instinto que tenía para proteger incluso antes de pensar. Pero cuando notó el peso suave del cuerpo de Valeria recostado sobre él, dejó que su respiración se calmara.La tuvo unos segundos así, pegada a su pecho, respirando contra su piel. Le acarició la espalda con una suavidad que parecía imposible en sus manos grandes. Después le besó la frente. Luego la sien. Y, como no podía resistirse, la boca. Un beso cortito, apenas un roce cálido, pero suficiente para que Valeria se moviera en sus brazos.—Buenos días… —murmuró ella, todavía medio dormida.—Buenos días, cariño—respondió él, con la voz baja, profunda, besándole ahora la punta de la nariz.Valeria sonrió, y Luigi no se aguantó: le rozó los labios de nuevo, esta vez más lento, más presente. Ella abrió la boca apenas y él deslizó la lengua, suave, como quien t
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