Nana estaría aquí hoy por la tarde y la casa era un completo desastre, anoche Sebastian y yo habíamos tenido mucha "pasión" por así decirlo y todo había quedado regado y sucio lo peor de todo era que yo me estaba volviendo loca y era justamente lo que no quería.Me encontraba limpiando la sala para que se viese un poco ordenada y Sebastian acomodaba y limpiaba la cocina en dónde por cierto se encontraba nuestra ropa del día anterior.—Oye nena mira lo que me he encontrado— se asomó por el umbral de la puerta y me señaló mi sostén, no pude evitar ponerme roja como un tomate.—¡ Sebastian por dios guarda eso!— reí y rodé los ojos.—Debemos de controlarnos querida— negó con la cabeza divertido. —Es eso o que mi madre nos descubra un día de estos.—Ni lo digas— dije con temor. —Ahora por favor dame eso— le hice una seña con mi mano para que lo lanzara y así lo hizo.—Guardalo bien— me sonrió sin mostrar los dientes.—Como ordene señor— ambos comenzamos a reír por mis idiotas palabras.C

El verano estaba por terminar estábamos a tan solo una semana de que acabará y era hora de volver a Nueva York. Sebastian estaba hecho un lío llevaba tres maletas en donde según el empacaba todo partiriamos hoy por la tarde en el vuelo de las 6 y todo por aquí era un completo desorden.Nana gritaba que si ya todo estaba listo caminando más bien trotando por toda la casa. – –¿Lucia tu ya tienes todo? – – pregunto desde la cocina haciendo que yo solo volteara la cabeza y asintiera con una sonrisa. – –No entiendo cómo estás tan tranquila – – negó con confusión. – –No tengo por qué preocuparme Nana – – me encogí de hombros y seguí mirando la televisión. – –¡Mamá tú sabes en dónde está el estuche de mi guitarra!? – – Sebastian bajaba las escaleras con todas sus maletas. – –Esta en ático cariño – –Prácticamente voló de nuevo hacia arriba provocando que yo solo riera por su actitud tan desesperada.Me levanté del sofá con pesadez y me dirigí a la habitación para verificar que ya no m

El fin de semana llegó con ansias y con ello el festejo era un sábado y hoy teníamos turno matutino en la cafetería lo que significaba que por la noche iríamos al bar donde Sebastian se presentaba para escucharlo y para divertirnos un poco.Estaba en la hora de descanso comiendo con Connor un chico que trabajaba con nosotros y al igual estudiaba fotografía debo decir que era guapo y su cabello rubio era muy lindo eso lo hacía ver atractivo pero no al menos para mí.Hablábamos de temas tribales sin importancia alguna cuando mi teléfono comenzó a sonar repetidas veces indicando que tenía mensajes nuevos.129852393.Número desconocido.Espero que con esto entiendas que eres mía Lucia y de nadie mas.Frunci el ceño al ver ese mensaje y todo mi rostro palideció al ver las fotografías y vídeos míos y de Esteban teniendo relaciones esto en verdad no podría ser cierto trague duro cuando la voz de Connor me preguntó si todo estaba bien. – –¿Pasa algo, Lucia, te sientes bien? – – solo asentí

Dicen que la lluvia es solo el llanto de un día triste, pero en este caso ya no era solo un día ese día se había convertido en muchos ora ser exactos 2 meses llevaba sin estar cerca de Sebastian.Dos meses en los que había sido ignorada por completa de su parte. Cuando mis padres de enteraron trataron de apoyarme pero no sirvió de mucho por otro lado Nana había venido por dos días en los cuales trate de contarle la verdad y acepto escucharla pero dijo que no sería fácil recuperar a Sebastian.Niall y Lia habían decidido escuchar mi versión de las cosas y dijeron que contaba con ellos pero desgraciadamente Niall no podía dejar de ser amigo de Sebastian, me contó que varias veces intento hablar con el para explicarle las cosas pero simplemente Sebastian se negaba a escuchar cualquier palabra o cosa que tuviera que ver con esta situación. En la universidad ni siquiera me miraba todas las clases que teníamos juntos se la pasaba con Connor y en el trabajo era la misma situación. El se

Todos los estudiantes estaban alarmados hoy se presentaría el proyecto de fotografía y eso nos tenía con los nervios de punta a todos. Sobre mi embarazo solo Niall y Lia sabían hasta ahora aún no tenía el suficiente valor para contarlo a Sebastian o a mis padres o incluso a Nana. Todo se me hacía realmente difícil.Desayunaba en la pequeña barra de mi departamento un plato de cereal con leche ahora de menos desayunaba, tenía un buen motivo. El ruido del timbre me hizo levantarme de mi asiento para ir a abrir la puerta. – –¡Niña estás lista?! – – Lia entro al departamento con preocupación. – –No sé si voy a hacerlo Lia esto será tan difícil para mi – – baje la mirada apenada. – – –¡Oooo!, ¡Pero claro que lo harás tú eres Lucia Montenaro eres la persona más fuerte que conozco así que ahora ve por ese cuadro y vámonos a la universidad! – – sentenció para después llevarme hasta la habitación por el enorme retrato.Pov. Sebastian.Yo y Niall estábamos desayunando mi cara era igual que