Todd se encuentra con el cuerpo completamente destrozado.A pesar de los incontables impactos que había tenido el Mashla contra su cuerpo, esa criatura enorme con las patas cortas, sin embargo, con una fuerza incontrolable, comienza a arrastrar sus patas para tomar velocidad y volver a impactarse.“No, de nuevo” piensa Todd de forma decidida, al mismo tiempo que se mantiene disperso en el suelo como si estuviera vencido.El corazón del licántropo latía de forma acelerada.“Ven, confíate, lucha por tu vida, entrégame cada gramos de tu fuerza” Piensa el licántropo deseoso de probar cada una de sus capacidades.Cada movimiento era como una lucha entre su instinto y su razón, no recordaba nada, en su mente su vida era como un lienzo en blanco pero su cuerpo sabia reaccionar ante una situación de peligro.“Y eso me encanta” Piensa Todd relamiéndose los colmillos por la anticipación.Todo comienza a correr el observa para en el momento exacto arrojarse con sus mismas zarpas, tomando de impu

Alfa Randolf arroja todo lo que se encuentra en el escritorio, haciéndolo estallar y reventarse en su impacto en contra del suelo.— ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡Maldición! —grita Randolf al mismo tiempo que escucha que de forma sutil tocan a la puerta y la pequeña fae, pelirroja, llega a su oficina para encontrarse con él.—Alfa —dice Davina, con un tono sutil y lloroso en su voz— ¿Está bien? —cuestiona ella.— ¿Qué quieres, Davina? ¿Qué quieres? —cuestiona Randolf, sin poder contener su rabia.— ¿Cómo se encuentra la Luna? No sé qué es lo que ha pasado. Yo me encuentro demasiado nerviosa —dice ella, de manera repetida.— Si es un ataque en contra de la familia temo por mi cachorro mas que por cualquiera en este castillo…—Está bien. Ella logró sobrevivir —declara Randolf con un tono firme.— ¿Y quién lo hizo? ¿Quién la envenenó? ¿Quién se atrevió a…?— No te preocupes. Estamos en busca de esa maldita criatura.— ¿Cómo? ¿Ha escapado? ¿No lo han encontrado? —cuestiona la pelirroja con

Días después —Eres una pequeña cachorra muy linda —dice Alena al mismo tiempo que tiene a esa pequeña bebé entre sus brazos.Davina se había negado a cargarla, encerrándose en su habitación sin pronunciar palabra después del parto.—Es que ¿cómo pudo menos preciarte? Eres divina —le dice Alena a la pequeña cachorra quien tenía características de licantropía al tener el cuerpo grande para su tamaño pero también de fae al tener los ojos claros y brillantes en tono gris azulado, un color inusual en los licántropos además de tener las orejitas alargadas dejando claro su linaje combinado. —Sólo por ser hembra no te quisieron pequeña.“Al verte puedo notar tu linaje combinado, tu vida será dura pequeña, pero después de todo si te quedas en la familia lunar me encargaré de protegerte el tiempo que esté aquí, como Luna,— Siente un pellizco en su corazón al recordar los requisitos del contrato— no pienso cerrar los ojos y desentenderme de ti”—Sólo por eso —susurra la luna al mismo tiempo que

Ese lugar era desolador, la construcción estaba plagada de dolor, miseria y podredumbre sin embargo os ojos deseosos de libertad y de poder estar en un lugar mejor de Luz, iluminaban de forma permanente el lugar.— Dime la verdad, te lo suplico, dímela. — Pide Alena.Luz se muerde el labio inferior indecisa.— No merezco su lealtad, no merezco su cuidado, no merezco su protección— susurra ella con jadeos desesperados.Dejandose hundir en la tristeza, pero Alena no iba a dejarle tan fácil el camino de la desesperación.— Dime la verdad—ordena Alena, esta vez como su luna y no como su amiga.Y ahí, la pelirroja, no puede hacer otra cosa más que sincerarse, a pesar de desear llevarse la vergüenza y la confesión hasta la muerte.— Luna, mi loba ya despertó— susurra ella al mismo tiempo que se suelta del agarre de Alena y se aleja ante la vergüenza que la consume escudándose en la oscuridad de su celda.— Mi mate destinado es Dionisio.El impacto, ante la declaración, hace que Alena contenga

En medio del bosque un grupo de integrantes de la manada Colmillo Sombrío, se mantienen en completo silencio.Alejados de la civilización de la manada de Alfa Randolf, están dentro de una enorme cueva que solamente tiene una entrada. Ahí, en ese lugar lúgubre y apenas iluminado por unas cuantas fogatas, se encuentran Agneo, Randolf, Davina, y la cachorra.El momento de la prueba de linaje ha llegado, nadie puede detener el paso del tiempo.— Esto no va a funcionar, Alfa— La fae con esa mirada desesperada, tierna y temblorosa intenta por ultima vez dejar de lado esa horrible tradición — la bestia fue quien procreó a esta cachorra, no fue tu lado humano, no te engañes, tratando de negar lo que es real, yo te lo digo de frente— insiste Davina, apelando a la razón de ese fuerte, poderoso y sexy Alfa— , los fae no mentimos, jamás lo hemos hecho, nos regimos por la verdad, la sinceridad y sobre todo el honor.En ese momento lleno de tensión todos guaran un incómodo silencio, si Alfa Randol