Matilda se sonroja, “eeem, pues no me has despedido, así que… nada.”Mariano se ríe, “¿crees que por algo así te despediría? No me conoces del todo.” Matilda sacude su cabeza y dice, “no es eso, pero… cuando ha pasado algo así, pues… por algún motivo despiden… pues, uno habla sin pensar y tal…”Mariano se ríe, “no Mati, no has hecho nada mal.Una más ¿sí?”Matilda voltea sus ojos, “última”, accediendo a la copa que le entregaba Mariano. Mariano solo quería ver a Matilda relajada, sabía que por una copa más no iba a pasar nada. Además, una vez comiera algo, eso la iba a estabilizar de nuevo. El intermedio finalizó y con eso comen

Poco a poco Matilda recordó el lugar, a medida se iban acercando su sonrisa era cálida y resplandeciente, “Tan perfecto como siempre.” Era un parque al que frecuentaban desde sus días en la universidad, con una vista a gran parte de la ciudad. A ambos les daba cierta tranquilidad, era el lugar en donde hasta cierto punto se sentían intocables, olvidaban sus penas y cualquier descontento con el exterior. Solo existían ellos dos.De noche, las luces lo hacían ver particularmente hermoso y sobre ellos el cielo radiante, lleno de las estrellas resplandecientes.    Mariano había preparado un área para sentarse cómodamente, además de zapatos cómodos para Matilda, los cuales le ayudo a cambiarse.Una vez acomodados, Mariano le dijo, “recuerdas que este era nuestro luga

Matilda se encoge de hombros, no creyó que Mariano pusiera atención a lo que su primo contara, “Pues… En casa siempre me veían como la frágil de la familia. Fui la única niña en toda esa generación.Como ves, soy la menor también, fue entre el juguete y el conejillo de indias de la casa.Me mimaban, sí.Pero también me tenían enjaulada. Fue por mis primos que fui un poco más suelta, me enseñaron a defenderme físicamente… aunque no soy muy buena, me comenzaron a llevar a sus cosas y con sus amigos, desde que yo estaba muy niña, ya luego eran otros tipos de salidas…” Mariano arquea la ceja, “¿Por qué se distanciaron? Si eran cercanos…” Matilda sonríe, “No lo sé exactamente. Pero, siempre pensé que a Sofía no le gustaban m

Mariano le responde naturalmente, “Puede ser… pero ve, la he salvado de mucho…”Con un dedo le pinchó la nariz, “Y tú, no creas… No te dejo ir a ningún lado.” Matilda comenzó a reír, “Como me hagas algo mal, ves el poco de hermanos que tengo detrás… Además, seguro y voy y me quejo con Leonor.” Matilda hizo el comentario sin pensar, la verdad no veía qué mal pudiera hacerle Mariano. Parecía que en ese momento su mente le estaba jugando chueco. Por sus hermanos, pues Mariano estaba dispuesto a hacer lo que fuera con tal de demostrar su amor sincero hacia Matilda. En cuanto a su madre, pues seguro pasara lo que pasara iba a responderle tanto a ella como a Sofía.Además, no iba a dejar que nada saliera mal.¿Qué podría salirles mal?<

Matilda se sonroja un poco, “vale. Disfruto de esos eventos…”Eleonora la interrumpe, “… y claro, en cada uno yo te enviaré tus looks y los de Mariano, para que vayan a juego.”El rostro de Matilda se enciende aún más, “no hace falta, yo tengo suficiente para poder asistir…”“Anda niña, bien sabes que es lo que más me gusta de toda la vida.”Las tres comienzan a reír y así Matilda siente que perdió la oportunidad de regresar las joyas. Eleonora continúa, “mientras Aria se siga rehusando, te tengo a ti.”Matilda le dice, “Leonor, es solo que… me da pena contigo. De verdad, no quiero que gastes innecesariamente…”“Chiquilla, no tengas pena. Dinero es lo que tengo para gastarlo… sino es en nosotras, la verdad no tengo en qué usarlo.”La verdad, la fortuna de los Bonsole era inmedible, no solo provenía de BSE o BSCorp., sino los negocios por aparte que tenía Eleonora con Mariano, Mariano y su sociedad, entre otros. Tenían una fortuna para durarles por años y que los bisnietos de los nieto