Me desperté justo cuando el avión aterrizó.Había tenido un sueño larguísimo. En él, me veía vestida de novia en un hotel, mientras mi madre me colocaba una horquilla de flores en el cabello, bajo la cálida luz del sol.Pero, de repente, el hotel se transformaba en un hospital y mi madre yacía en una cama, sin vida.Desperté empapada en sudor frío.Alguien me ofreció una botella de agua.—¿Se encuentra bien, señora?Parpadeé, aturdida, y tardé unos segundos en regresar al presente.—Sí, estoy bien. Gracias.Tomé la botella de agua y, al levantar la vista, vislumbré el perfil de ese desconocido.Tenía la nariz recta y un mentón firme, casi esculpido a cuchillo. Sus rasgos eran marcados, con una belleza fría y masculina.Mi corazón latió con fuerza, sin que pudiera evitarlo.Al encender el celular, después de bajar del avión, me encontré con los titulares de las noticias.La boda de William era el tema del momento, un escándalo que acaparaba la atención de todo el país.En el video, se v
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