[DAN] [CONTINUACIÓN]Parecíamos sapos saltando de hoja en hoja, cada vez que cambiábamos de tema, pero era necesario que habláramos de lo que tantas dudas nos suscitaban.—¿Cómo por qué hiciste eso...?— frunció su ceño sin comprender mi pregunta—. ¿Por qué llamar a Daniel, pedirle que venga hasta acá, cancelar el compromiso y renunciar a estar con la persona que amas?—Sonrió más comprensivo y, una vez más, me miró a los ojos.—Porque esa persona no me ama... porque, aunque sé que lo intenta, no puede mandar en sus sentimientos... porque, si solo yo la amo, no funcionará nunca y ninguno será feliz... y porque lo comprendí al fin... te amo, pero no me perteneces y no lo harás nunca.—Lo abracé fuertemente y cerré mis ojos.—Creo que eso solo se siente una vez— continuó, rodeándome con sus brazos—, con la persona indicada, y yo ya lo sentí con mi esposa... supongo que ahora te toca a ti—. Se alejó, acarició mi mejilla y besó mi frente.Quería ahorrarle ese dolor, me sentía culpable y es

[DANA]—¡No!——¡Tú no me mandas, idiota!—Una vez más cierro la puerta del auto con fuerza, mientras Daniel desliza de forma efímera su mano por su boca hasta su mentón.—¿Olvidas nuestro trato? ¡Te quedas. En. Casa. Mi cielo!— acentúa en cada palabra, haciéndome ver que no cambiará de opinión.¿Qué se supone que espera? ¿Que me baje del auto y le obedezca como si fuera su sumisa?¡Ja! ¡Este tipo está loco!Es de mi hermano de quien estamos hablando, mi otra mitad, y ni él, ni nadie... me va a detener.Ni aunque un millón de adorables y gorditos pingüinos se atravesaran en mi camino me detendría. Es mi Axel, y por fin despertó.—¡Puedes hacer lo que te venga en gana con tu maldito plan! ¡Si quieres, métetelo por el c...—Me tapa la boca enseguida, mientras truena sus dientes y deja salir un suspiro molesto.—¿Sigues sin entenderlo, cierto? Te amo y quiero protegerte lo más que pueda. Quiero que vayas conmigo a todos lados, llevarte al parque y pasear un rato... ¡Oye!— salta molesto.S

[CONTINUACIÓN]—Lo siento, estoy bien y...—Me detengo al ver entrar al hospital a una persona que se me hace muy familiar, y que jamás fue de mi agrado, solo que... ¿qué haría ella aquí?Bajo del auto y camino casi siguiéndole el paso. Me sorprendo al ver que gira al lado del pasillo en el que está mi hermano.Puede que vaya hacia otro cuarto... no significa que se dirija al cuarto de Axel... ¿cierto?—¿Dana? ¿Dana Park?—Me sobresalto al escuchar la voz de Alan a mi espalda; supongo que iba demasiado concentrada en seguir a esa chica, que no me percaté que yo también era seguida por alguien.—Lo siento. ¿Te asusté?—Muevo mi mano al frente restándole importancia.—No, tranquilo— fuerzo una sonrisa.—¿Hace cuánto regresaste?——Hace dos días— respondo a media verdad y a media mentira.Sí volví hace dos días de Italia, pero me mudé hace un mes a New York, con Daniel, pero por nuestros empleos casi no pasamos tiempo allá.Viajar de un lugar a otro a veces resulta un poco tedioso.Ayer,

[DANA]—Daigle.Daniel aprieta sus puños y tensa su mentón, mirando furioso a Max.—White —responde Max, mirándolo de la misma manera.Debo frenar esto antes de que ambos se comporten como cavernícolas frente a Lisa.Mi pequeña hala nuevamente de mi blusa.—¿Sí?Me agacho a su altura y dejo mi oído cerca de su boca. Ella hace un caracol con su mano y lo coloca junto a sus labios, como si me fuera a decir un súper secreto.—¿Algún día dos sujetos medio bobos se pelearán así por mí? —murmura.Suelto una risita.—No lo sé, cielo, espero que los tuyos sean menos bestias que estos —contesto de la misma forma.Comienza a reír y me abraza.—Me agrada Dan, pero no se lo digas a papá.—Es un trato —le guiño un ojo y me levanto, una vez más, al campo de batalla que han creado Daniel y Max.—¿Vacaciones?—Algo así, nuestra hija quería darle una sorpresa.—Y funcionó —Daniel asiente.Lo miro mal.Le cubro los oídos a mi pequeña y camino unos pasos hasta quedar en medio de ellos con Lisa.—Iré a d

[DANA][FLASHBACK]—¿Viste a la abuela? Supe que regresó hace unos meses.——Solo dos veces, pero casi no la visito. La adoro, pero... siento que cuando menos lo espere, encontraré a su hijo ahí, y ni podré contener mis ganas de mandarlo al carajo.——Es cierto— cedió, soltando un suspiro molesto.De solo pensar en cómo ese tipo nos había dejado a nuestra suerte, había hecho sufrir a mamá y jamás había preguntado siquiera por nosotros para saber si estábamos bien... me llenaba de coraje.No quería encontrármelo ni en pintura.Luego de esa incómoda charla en el auto, el silencio perduró todo el camino.Algunas veces el destino es mucho más grande y caprichoso de lo que imaginamos; solo en ocasiones las cosas suceden como lo imaginas, casi siempre te lleva por donde él quiere... A veces te conduce por buenos caminos, pero la mayoría de veces... a encontrarte con unas que otras malas decisiones de tu pasado.O al menos en mi caso, así fue.—¿Recuerdas que te dije que le estaba prestando la