[DANA]Génova se queda al lado de Max, reclamando por habernos tardado, pero Max solo me mira con una enorme sonrisa de bobo, sin siquiera parpadear y eso, sin duda, provoca algo en mí a lo que aún no le puedo dar nombre.Todo está perfecto, deslumbrante... las luces suaves, combinadas con el color dorado del salón, hacen que se sienta como si estuvieras viviendo un cuento, viviendo en un castillo de oro. Las cortinas blancas se deslizan desde las ventanas más altas hasta el suelo, haciéndolo parecer como si fueran enormes cascadas, unas hermosas y claras cascadas. Es perfecto.Arriba de la tarima, puedo ver cómo todo está perfectamente organizado. El salón está ocupado hasta la mitad, solo de asientos para los invitados, y me alegro al ver que todos los asientos están ocupados, aunque... hay uno vacío...Y sé a quién pertenece.No puedo negar que mi corazón duele... ahora quiero llorar y... él no se lo merece... pero, aunque ya sabía que se había marchado por la mañana, una parte de
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