AMARA CORTÉS.Me quedo estudiando toda la noche. He dormido solo tres horas y parezco un zombie. Recojo todo, me doy un baño y bajo a desayunar. No he recibido ningún mensaje de Aaron desde anoche, me preocupa que su situación con sus padres haya empeorado.— Buenos días Amara, no tienes buena cara. —Gracias abuelo, no lo sabía.Sonrío hipócritamente.— Es que he estado estudiando toda la noche y he dormido solo tres horas. —Le doy un mordisco a la tostada. — Amara, hija ¿Puedes venir? —Pregunta mi madre desde la cocina.Bajo la mirada fulminante de mi abuelo, camino hasta la cocina y cierro la puerta. — ¿Qué pasa ahora mamá?— Tu abuelo está preocupado. —Explica mirando a través de los cristales de la puerta— Ha aceptado tu relación con Aaron —Me río. — Lo ha hecho porque es hijo de su ahijado, no porque tuviera en cuenta los sentimientos de nadie o bueno, los que cree que yo tengo por Aaron. — Piensa que estáis haciendo... —Alzo la ceja— cosas. Que os vais lejos para que nadie
Leer más