Capítulo 25.
AARON MARTÍNEZ.
Me persigue para seguir hablando conmigo de algo que creo que ya es un tema más que cerrado. No quiero seguir hablando de esto porque es él quien debe pensar en lo que está haciendo con Amara y en el daño que le está causando.
— ¿Nos vamos? —Pregunta Pablo.
— Si, Liam y yo ya no tenemos más de lo que hablar.
— ¡No puedes ser tan comprensivo! —Exclama Liam.
— Solo entiendo lo que tengo que entender y no trato mal a una persona sin razones. Primero averiguo, después actúo. —Contesto lanzándosela derecha a la yugular.
Pablo agarra sus cosas, Lydia aparece y estira de Liam.
— ¿Cómo eres capaz de tener tanta paciencia? —Pablo lanza la pregunta que tanto rato lleva dándole vueltas en la cabeza.
— ¿Esperabas qué saliéramos llenos de golpes?
— Algo así.
— No voy a pelear por nadie. —Froto las manos.
Hace bastante frío mientras esperamos que todos estén preparados para volver en el autocar.
— Yo no podría tener el corazón así de gigante.
— No lo hago por Liam, lo hago por