PDV: VienaSeguido de eso que había ocurrido con Sam, no dirigimos a un restaurant, estaba hambrienta y no pretendía esperar a llegar a casa.Luego de que el mesero nos trajera la variedad de platillos que empecé a devorar en cuestión de segundos, me percataba que Meg se encontraba atenta al teléfono, como si indagara sobre algo a través del móvil. Sin pretender esperar a que me dijera inquirí al respecto. —¿Qué haces? llevas rato metida de lleno en el móvil. —Me encargo de tu problema, debemos buscar alternativas ya que el imbécil de Sam resulto ser como lo deduje. —Es injusto, cómo comportarse de esa manera, solo espero no nos demande por lo que paso. —Si se atreve a hacerlo hare publico tu embarazo, veremos cómo queda su carrera de actor después de semejante bajeza. —¡¿Qué?! No, de hacerlo Silvia me despedirá. —Lo hará igual, apenas se refleje el abultamiento en tu abdomen—el decir esto me hizo fijar la vista en esa zona. Aun no se apreciaba de esa forma, pero de seguro en p

PDV: Viena —Si Evan, quien soy para ti. Ante esa situación, el solo mencionaba a la chica que volviera al comedor, que allí le explicaría lo ocurrido, ella acataba y por mi parte me rehusaba en seguir a la habitación como me exigía. —No pretendo seguir a ningún lado, me debes una explicación al respecto ¿no lo crees? —No tengo nada que explicar y te aconsejo que obedezcas. —No hare nada y viendo que no me presentaras lo hare por mí misma—pensando dirigirme hacia el comedor el me sujetaba llevándome como acostumbra hacerlo—. Evan te juro que lamentaras lo que haces, no puedes retenerme en un lugar y sacarme cuando te place —a pesar de lo que decía mientras me llevaba hasta la habitación no planeaba bajarme. Habiéndome dejado en dicho lugar, sin dejar que me defendiera aseguraba la puerta del otro lado, evitando de esa manera que pudiera salir. A pesar de que golpeaba la puerta, era completamente inútil, la distancia que había desde donde estaba era mucha. Viendo que aunque i

PDV: VienaLuego de haber llegado a la propiedad de Evan, debido a la incontrolable furia que me embargaba, destroce algunos artilugios y cuadros que armonizaban el vestíbulo. En ese momento la cordura no me acompañaba, diría que lo que me llevaba a comportarme de esa manera era el enojo que sentía por la forma en como sin importarle se fue con otra mujer dejándome a mi suerte. Encima de todo lo que me acongojaba, las palabras que uso su madre en ese momento, la cual de nuevo estaba allí, me dejaron más que evidente que debía marcharme, debía tomar acción ante esta situación. Por ello sin pensarlo mucho tome la decisión de tomar mi equipaje y uno de sus autos. Sabía que podía tener problemas ya que al no ser la dueña del vehículo y no poseer mi licencia de conducir actualizada podría tener repercusiones, sin embargo, en ese instante no creí que eso fuera a suceder, de esa forma lleve a cabo mi partida antes de que volviera.Mi plan en ese momento era ir a casa de mis padres, estar uno

PDV: VienaAntes de salir con Simona como había acordado decidí bajar al comedor y desayunar. No me importaba lo que pensara Heather de mi presencia, de todas formas no tenía interés en coquetear con su prometido ni nada parecido. Tras haber bajado las escaleras con los firmes tacones que portaba me dirigí al comedor, habiendo llegado mi hermana me miraba con extrañeza, como si no comprendiera que hacia allí. —¡Buenos días familia! me pareció descortés que llevaran mi desayuno a la habitación, como si el hecho de que estuviera les incomodara en la mesa. —¿De qué hablas, Viena? —¿Cómo? ¿No lo sabes madre? —Mejor continuemos con el desayuno, así Marshall prosigue hablándonos sobre los negocios que maneja. —Si hija, pero antes quiero saber qué fue lo que ocurrió con tu hermana—inquiría mi madre con interés mientras mi padre degustaba la bebida. —Me entere que no querían que estuviera aquí, pero de igual forma no se preocupen, omití esa orden y baje. —Pues me parece extraño, no he

PDV: VienaLuego de algunas vueltas por la playa y de visitar algunos lugares que solía frecuentar, Simona decidió que debíamos decirle a Blanchett lo que ocurría, de lo contrario lo que habíamos planeado no podríamos llevarlo a cabo. —No, no puedes decirle, Simona lo prometiste. —Sé que lo prometí, pero si no lo hacemos no podre ayudarte. —¿De qué hablan? ¿No entiendo a qué se refieren? —Blanchett, estacionare el auto y quiero que escuches con atención cada palabra que diga, ¿de acuerdo? —De acuerdo. Tras haber aparcado el auto, decidimos acercarnos a una playa cercana, allí tomamos asiento para que la conversación fuese más amena. Ante nuestro comportamiento, nuestra hermana nos veía con desconcierto. A pesar de ser un año menor a mi, Blanchett en algunas aspectos era muy inocente, actitud que tenía pese a como mis padres decidieron criarla. Debido al incidente que viví con Bryant, sobre todo por esa fatídica noche en la que más que haber salido lastimada quede al descubierto