PDV: VienaMientras permanencia evitando a Evan pensaba en las dos opciones que tenía de llevar a cabo la idea de anular el contrato.Ser despedida de la agencia o regresar con mi familia en Malibu eran las dos únicas ideas que pensaba en esos momentos.En medio de eso una nausea provino de mi sistema. Dado que solo era la sensación me pareció curioso, ya que desde hace mucho no me generaba el vómito como solía hacer en el pasado.“¿Qué me pasa? no suelo tener este tipo de síntomas” Inquiriendo sobre esto que me parecía extraño, tuve otra. No comprendía que ocurría, por ello mis incesantes dudas se encontraban en pausa tras esto que me sucedía. Repentinamente, mi teléfono empezó a sonar, en vista de que lo había dejado en la encimera de la cocina tuve que ir por él. Habiéndome percatado que no fuese Evan quien me estuviese llamando decidí contestar.—¿Hola?—Soy Meg, Viena. —¿Meg? Que dicha que me hables, creí que… —Quiero que hablemos de lo sucedido, ¿tienes tiempo? —Pues… ¿

PDV: EvanDebido a que me encontraba esperando por ella no apartaba la vista del edificio, al cabo de un largo tiempo pude observar como entraba al lugar, lucia desanimada, sin embargo, eso no me impediría que la obligara para que me acompañara. Seguido de esto baje del auto y me adentre en el sitio.Mi intención era llevarla conmigo así no lo consintiera, por esto debía ser cauteloso o me tildarían de criminal. Teniendo esto en mente llegaba justo cuando abría la puerta, rápidamente me ubique detrás de ella y en esa posición pude sujetarla para incorporarnos sin causar alboroto. El haber llevado a cabo esa acción produjo que su respiración se agitara e incluso sintiera un miedo latente de su parte, al enfatizarle que se trataba de mí, tal como la vez anterior comenzó a forcejear. En vista de que había podido adentrarme a su departamento decidí soltarla, ante esto recibí una bofetada de su parte, una que más que molestarme género que la sujetara nuevamente y me fuese directo a sus l

PDV: EvanAl terminar mi jornada laboral observaba la hora, con ello comprobaba que aún tenía tiempo para salir y divertirme. El hecho de que estuviese con una acompañante no me limitaría el acceso a las salidas nocturnas, sin embargo, pensando con cabeza fría creí que sería apropiado llevar a Viena conmigo. Si la vieran a mi lado alguno de los conocidos que en ocasiones suelen aparecer podría empezar la estrategia de esa farsa que estaba comprometido en llevar a cabo. Con ello en mente me aliste para esa noche y luego fui por ella.Sin ningún impedimento accedí al lugar donde se encontraba. Al haberme incorporado me topaba con el hecho de que estaba dormida.“¿Qué carajos hace dormida a estas horas, no se supone que debería estar despierta?—con esa interrogante me aproxime y comencé a despertarla, acción que propiciaba que la tuviese cerca nuevamente” Debido a que no despertaba me ubique a su lado, contemplaba con detalle cada facción de su rostro, fijando mi atención en sus labios,

PDV: Viena"¿Realmente ella es la madre de Evan?"Contemplando lo extraño que era su vínculo intervine para evitar lo que se veía que terminaría como disputa. —Evan, ¿ella es tu madre? —No hablare de eso contigo, por los momentos retírate. —Nada de eso, tengo hambre y no me iré hasta que consiga que comer. —En tu habitación tienes lo necesario, no entiendo que haces aquí.PDV: EvanAl notar que se aprovechaba de mi distracción al hablar con Viena me interpuse en medio quitando lo que pretendia robarme.—Te iras como llegaste, pero esta vez me dirás como entraste. —No diré nada, un mago nunca revela sus trucos. —No eres un mago, eres una bruja que arruina mi vida cada vez que apareces. —De acuerdo, lo soy, ahora deja que me marche. —Madre, lo diré por enésima vez, quiero que me dejes en paz, no quiero que sigas robándome cuando no estoy y mucho menos aparecerte como si fueses de mi agrado. —Si no quieres que eso pase, dame dinero, en ocasiones te he pedido y te has negado.

PDV: Viena—Bien, vamos—expreso Meg para levantarse del asiento. —¿A dónde vamos? —¿Como que a dónde? Iremos por el test de embarazo, si lo estás es bueno saberlo para así tener idea de cómo actuar. —No quiero, Meg, temo que lo este. —Viena, no es momento de sentir miedo, vamos—ante la insistencia de mi amiga no me quedo de otra que seguirla. Al estar afuera le indicaba que no tenía mi auto para regresar ya que debido a la forma en como llegue no pude traerlo conmigo. —No te preocupes por eso, te traeré de vuelta, solo toma tu bolso. Luego de esa precipitada partida ambas abandonábamos la propiedad. Habiendo llegado a la farmacia donde haríamos la compra procedimos a entrar. —Iré por el test—refirió Meg para dirigirse a adquirir dicho artículo. —¡Espera! Pienso que deberías traer varios, ya sabes... para descartar. —Viena, sé que ese tipo de métodos no son muy eficaces en reflejar un embarazo, pero no creo que sean necesarios varios. —Solo hazlo, por favor. —De acuerdo, h