Es la primera vez que me pasa y como me jode eso. Me enfurece sentir, me enerva la sangre pensar y proteger a alguien más que no sea yo mismo. Pero esta maldita mujer no sé qué fue lo que me hizo pero aquí ando, sentado en un incómodo mueble de hospital sin despegar mis ojos de ella. Detallo su manera de respirar que es lenta y tranquila, lo pequeño que es su cuello que con una sola de mis manos le puedo arrancar la vida. Sus pestañas largas y muy pobladas parecieran postizas, el grosor de sus cejas y lo pulida que está.Luego me concentro en su delgado rostro. Tiene una nariz pequeña y un poco levantada en la punta, sus labios... sus labios son carnosos en ambas partes, te tienta, te invita a pecar en ellos. La boca es una odisea que he disfrutado besar y aun no sacio mis ganas de querer cada vez más y más. Por consiguiente, me quedo analizando su aspecto en general, y no sé qué tiene esta mujer que las diferencia de las demás, hay mujeres mas hermosas y con mejor cuerpo pero este s

Noto que Dani se desvía del camino de la mansión a otras calles que no sabía que existían. Miro de reojo al Boss pero este me ignora absorto en sus pensamientos, siento una corriente paranormal pasando por todo el organismo como si fuera un mal presentimiento. Los callejones cada vez son más angostos y solitarios, hombres y mujeres fuman marihuana abismados en la nota que han conseguido, algunos niños están sucios sacando desperdicio de comida de la basura, mi corazón se rompe poco a poco al darme cuenta que mientras que yo tengo todo y en ocasiones me quejo, estos pequeños que son inocentes se alimentan con comida ya contaminadas, hasta llenas de gusano.Le ordeno a mi voyeviki que se detenga y baje inmediatamente sacando de mi cartera dos sobres de ponquesitos que siempre llevo conmigo ya que constantemente me da apetito.Kaem me sigue con el ceño fruncido y malhumorado. La humildad es algo que a él le falta mucho.— ¿Qué crees que haces? Regresa al auto. — ordena.Lo ignoro y sigo

LianysA dos semanas de la boda de mi mejor amiga y creo que me volveré loca. Reconozco que los preparativos de la boda no opiné mucho ya que la mayor parte de encargó mi tía Arabella y eso me sirvió de excelente ayuda ya que yo no sabría por dónde comenzar; en cambio Saskia, lleva años ideando su boda ideal y aunque no es con el hombre que ella desea, por lo menos cumplirá su sueño. Ella se prueba el vestido que mandó a diseñar desde antes del concurso de belleza mientras que la Reina, Mikhaila y yo sonreímos nostálgicas.¡Se ve preciosa!La modista le coloca el largo velo que tapa su delicado y definido rostro para luego girarse hacia nosotras. Baja tres escalones y se detiene al frente de su madre.— ¿Cómo me veo mami? — pregunta quebrándose la voz.— Una reina es poco para denominar exactamente como te ves, eres una jodida diosa vestida de blanco y cabellera negra. — se abrazan — Siempre vi este momento tan lejano que nunca me preocupé a que algún día llegaría, ahora mírate aquí,

Llegamos a nuestro destino, él me abre la puerta y me asegura que estará cuestionando la zona. Asiento y me adentro al establecimiento, en una de las mesas pegada al jardín botánico se encuentra Edelian Meyer bebiendo un batido de chocolate absorto en una llamada. Camino hacia su dirección y me siento enfrente de él mostrándole una sonrisa de oreja a oreja. Él se queda mudo, escucho como una voz masculina masculla su nombre repetidas veces pero él no reacciona.— Hablamos luego. — corta la llamada.— Hola sr. Meyer.— Un gusto volver a verla sra. Ivanova. — sonríe embobado y yo nerviosa — ¿Un café?— No, pide lo mismo que bebes tú.Asiente y llama a un muchacho para que me traiga el pedido. Después que se retira quedamos uno enfrente del otro, comunicándonos con las miradas y es que cada vez que estoy con su agradable compañía me siento en paz y segura.Conversamos sobre las rivalidades que hay ahora en el mercado, le comento como me han ido las últimas semanas, como ha evolucionado p

KaemPosiciono mi mano en su cintura desplazándonos hasta la pista de baile. Al llegar al centro de esta, ella ubica una mano en mi hombro y la otra la entrelaza con mi mano disponible. Reconozco la melodía que expresa el piano, es una canción del cantante favorito de Mikhaila, y aunque quisiera decir que no la sé, cuando vivíamos juntos la repetía en su cuarto de práctica una y otra vez.Algunos socios agarraron a sus mujeres e iniciaron a bailar también alrededor de nosotros.Hago girar a mi mujer y la pego a mi pecho. Nuestros labios se rozan por la cercanía que tenemos, su respiración se mezcla con la mía dejando que respiremos un mismo aire. Noto como su corazón se acelera y los ojos se le cristalizan.— ¿Estás bien? — pregunto preocupado.— Sí, solo que...Le cuesta hablar.— Sea lo que sea que te atormente, déjalo en el pasado. Vivamos nuestro presente y construyamos un futuro juntos. Me golpeé mentalmente al escuchar lo que dije. Parezco un puberto enamorado diciendo cursiler