BLAIR—Espere, estoy agitada, deme un segundo… —le dije al Alcalde deteniéndome de la caminata forzada en la que me llevaba.Me dolía horrores el tobillo y él no hacía más que avanzar, y no precisamente en la dirección de la cafetería.—¿A dónde vamos? —pregunté mirando hacia atrás.Ya ni se veía el claro donde dejamos el cuerpo del Alfa Rowan.Una punzada de pena atravesó mi pecho, pero el Alcalde me dijo que vendrían a buscarlos sus hombres.Que lo investigarían por los asesinatos. Todo fue tan confuso y rápido, tan raro…—Dejé mi camioneta en la carretera, por este camino es mejor, hay que apurarse…—¿Por qué? —le pregunté ante su cara llena de exasperación.Se notaba que le urgía llevarme a un sitio.—¡Porque hay animales salvajes en el bosque y algo raro sucede o no te das cuenta!—Aquí el único que está actuando raro es usted… ¡Oiga, suélteme! —intenté sacar mi mano de su agarre cuando me sostuvo para obligarme a caminar.—Es por tu bien, Blair, no soy tan poderoso, solo soy un

RHETTLos poderes vampíricos de acecho en la oscuridad me habían mantenido oculto.Amy deseaba que saliera el verdadero culpable.Sospechaba que el Alfa Rowan era solo una marioneta.Cuando descubrí que el Alcalde, en realidad, contenía a ese ser tan peligroso, agradecí mi desconfianza siempre con él.Mientras dibujaba en este claro el hechizo para retenerlo, mi mente solo estaba en Blair.Pero tendría que confiar en Amy y no me defraudó, aunque la pelea no iba muy bien de mi lado.Mi lobo aulló enojado y con un dolor desgarrante que llegaba al hueso de las patas traseras.Manos negras fantasmales salieron del suelo y rasgaron con uñas afiladas la carne.Ese tipo se movía a una velocidad increíble, me obligaba a cambiar de vampiro a lobo para salir de sus truquitos de magia.Pero no lo dejaría llegar hasta Blair, que se había desmayado en el suelo.De repente, el “Alcalde” saltó sobre el lomo de Dante y su aura sangrienta me golpeó de frente, dejándonos atontados solo un segundo.Cuan

RHETTAcabé con el mal que no me dejaba dormir desde hace años y solo esperaba el momento adecuado para jodernos.El que rondaba mis tierras y tramaba en silencio en contra de mi pequeña sobrina, al fin… estaba muerto.En realidad fue tan fácil, pero con Amy… todo resultaba posible.—Mmmnn, qué asquerosa magia, pero qué bien se siente ser más fuerte… — Sus palabras resonaron magnéticas y roncas.Abrió los ojos y estábamos tan cerca que podía verme reflejado en ellos.Una sonrisa seductora apareció en la esquina de esa deliciosa boca que se relamía con la punta de la lengua.Su mirada nada discreta bajó hacia mi evidente erección.—Veo que no soy la única que ama los finales felices… —me dijo llena de picardía.Una mezcla de Amy y Blair que estaba destinada a enloquecerme.—Aún no he tenido mi final feliz… ¿sí sabes que eso es cuando se llega, pues… al final? —le seguí el juego porque no me quedaría pasivo ante su descaro.Me incorporé arrojando el cuerpo decapitado del Alcalde Lunárqu

RHETT—Aahsshh, joder, al fin… mmm… Blair, no sabes cuánto te deseo, mi hembra…Confesé empujando con lujuria y controlando mi bestialidad.Su espalda hizo un hermoso arco mientras me acostaba sobre ella y la empalaba hasta el fondo.Apoyé los codos a los lados de su cabeza a la vez que mis caderas comenzaban a martillear.Al principio suave, sensual, disfrutando de deslizarme adentro y afuera por el estrecho agujerito.Pero, maldita sea, cada vez que me tragaba y masajeaba toda la verga, creía ver las estrellas.Pronto estuve montándola como mi lobo moría por hacer.Controlándola contra la manta, lamiendo las gotas de sudor de su cuello y espalda.Diciéndole al oído que era mi amada mujer, que nada ni nadie nos separaría, que la deseaba para siempre en mi vida…Mis caninos comenzaron a picar de manera insoportable a medida que me acercaba al éxtasis.Los jadeos apresurados de Blair, acompañados con los sonidos rítmicos y enloquecidos del apareamiento, me decían que estaba a punto de

NARRADORAUNOS DÍAS DESPUÉS…—¡El alcalde Ambrose Teller era un corrupto al servicio del Congreso! —la voz vibrante y clara de Rhett se escuchaba desde el amplio balcón del Ayuntamiento.Debajo, la plaza estaba abarrotada con los miembros de las manadas; hasta en los techos había personas de pie.Convocados aquí, en medio de todo el caos que vivían estos días los territorios del valle.—¡Sus ambiciones corrompieron la mente de varios Alfas y en secreto hicieron cosas horribles! —Rhett declaró.Sabía que muchos lo miraban escépticos, que solo pensaban que él se había quitado la competencia para tomar el control.En el fondo, eso no era del todo irreal, pero en este mundo sobrenatural, solo el más fuerte sobrevivía.—El que tenga alguna duda de mis palabras o necesite más explicaciones que las evidencias de la masacre en la cafetería o todos los documentos de malversación del alcalde, puede dar un paso adelante…Los desafió con la mirada, parado como un rebelde sobre el barandal de pied