Matteo lo observa con detenimiento. El tipo es más alto que él, pero más delgado y menos musculoso, con una estúpida cara que en este momento quisiera desaparecer del mapa.— Don Ettore, todo se llevó a cabo como se había planeado. Los Caligiuri. Era la única de las familias enemigas que podía organizar un ataque de esa envergadura. — El hombre lo observa sin comprender el motivo por el que le confió una tarea tan importante — Al menos uno de los objetivos se cumplió y ahora los Caligiuri no podrán reclamar la Quinta Familia y han quemado todos sus puentes con la Cosa Nostra al atacar a uno de sus líderes y dejarse pillar.Ettore lo sabe, ese era uno de los objetivos al buscar que esa familia en especial atacara a Rocco. Durante algunos meses, Matteo se encargó de entregarles información y hacerles creer que podían atacar y salir impunes, pero todo estaba milimétricamente organizado y tenían evidencia del ataque. Sin embargo, Ricci no fue capaz de preparar a los Caligi

Scilla, CalabriaEl mar golpea con insistencia los acantilados bajo la villa, está atardeciendo y afuera los guardias se hacen sus relevos nerviosos. Después de la emboscada y de que el jefe volvió a casa con una mujer, un lugar a donde nunca antes había entrado una mujer que no fuera parte de su familia o una invitada.Los comentarios han empezado a circular, la mayoría de sus hombres piensan que don Rocco ha encontrado a su donna y la información ha empezado a circular. De igual forma, se habla de la traición de Matteo, de lo que sucedió con Giovanni y de la emboscada de los Caligiuri. Las cosas parecen estar saliéndose de control y los hombres que trabajan para la Quinta familia empiezan a ponerse nerviosos. Dentro del estudio, las luces son bajas y todavía se filtran algunos rayos del sol. Rocco espera de pie, dándole la espalda a la chimenea y observando el s

— No importa. Te espero en la terraza — le dice la mujer a Rocco, sin esperar una explicación sobre Caterina y se aleja del lugar de la misma forma en la que llegó.  Regia, elegante.— ¿Podrías vestirte? — Rocco posa la mirada sobre Caterina, vestida con una bata de seda color marfil, corta y con un profundo escote bordeado por pequeñas aplicaciones de encaje.Traga con dificultad e intenta no mostrar su incomodidad cuando su cuerpo empieza a reaccionar ante la  provocadora visión que ofrece y, claramente, no es el lugar ni el momento adecuado. Además, por nada del mundo desea que otro nombre la vea vestida de esa manera.— ¿Qué has dicho? — Caterina levanta una ceja y cruza sus brazos bajo su pecho, haciendo que estos se eleven un poco más y Rocco vuelve a tragar con dificultad.— He dicho que…— Sé

Giovanni la observa en silencio. Por primera vez, su hija le habla desde un lugar donde él ha estado miles de veces; el punto exacto donde el amor y el poder se enredan hasta volverse veneno. Y el veneno para su hija será Rocco y desafortunadamente, ella lo será para él.— Piensa en tu madre, en todo lo que te enseño. Ella se alejó de todo esto, piensa en su bondad, en sus valores y principios que son los mismos tuyos ¿Dónde quedan ahora? — Giovanni sabe que está aferrándose a un clavo ardiendo al intentar utilizar el chantaje emocional, pero lo hará una y mil veces si de esa manera garantiza que su hija estará fuera.— No lo sé, no sé en qué creer ahora mismo — dice con voz rota — Mi padre lleva una doble vida, el hombre que creía se dedicaba a los negocios, al parecer lo hace, pero no son del tipo legal y mi madre, la mujer que

— Por supuesto que no, he invitado a esa chica a unas merecidas vacaciones  y eso es lo que tendrá — ¡Como si hiciera algo más que estar de vacaciones y de compras! Piensa Rocco y respirando profundamente se vuelve a mirar a su madre.— ¿Has escuchado algo de lo que te dije?— Por supuesto, querido y lo siento mucho. ¿Te encuentras bien?— No, madre, no me encuentro bien, tengo la cabeza a punto de explotar y he dormido muy poco. ¿Por qué? ¿Vas a traerme unos analgésicos? — Su madre, a pesar de ser cariñosa, nunca, ni cuando él era pequeño, logró priorizar sus necesidades y mucho menos atenderlas.— Enviaré a una chica con analgésicos a tu habitación. Ahora ve a vestirte mientras yo planeo las actividades que podrás hacer con Isabella — Rocco inclina la cabeza, sabe que el calor afecta a