Ava Davis.El vuelo se desarrollaba en completa tranquilidad,miré por la ventanilla, las nubes se arremolinaban suavemente.En ese momento, todo lo que podía pensar era en Brad. Le debía mucho,deseaba poder llegar a recompensar su bondad.Miré su cabello rubio despeinado y sus ojos tan profundos como el océano. —Gracias por estar siempre para mí, Brad—le dije, tocando su mejilla con ternura. —No es nada, gorda. Sabes que yo te amo—me respondió, su voz suave pero llena de determinación. —Me gustaría que alguna vez me correspondieras.Sonreí, pero mi sonrisa fue un destello rápido y decaído. Había tristeza en mi corazón.—Me hubiese gustado ser tu alma gemela... aunque tal vez en otra vida— musité, sintiendo cómo las palabras ahogaban mi corazón.Él me miró directo a los ojos, buscando entender. —¿Qué pasa, Ava? ¿Por qué te veo tan pensativa?—Es solo… es solo que siento que no habrá un mañana para mí. Mis palabras fueron pesadas, como plomo, y noté cómo su expresión cambiaba, pasa
Leer más