Ava Hills.—¡Te lo juro! No fui yo.Miraba a Brad a los ojos, intentando leer sus pensamientos y encontrar un atisbo de confianza en su mirada.Sabía que estaba caminando por una cuerda floja, pero tenía que intentar convencerlo de que lo que había sucedido recientemente me había tomado por sorpresa tanto como a él.No era la primera vez que me enfrentaba a situaciones complicadas, pero esta era diferente, los daños eran graves.—Tranquila, mi amor. Yo te creo todo lo que me digas —dijo Brad, con cierto aire de protección que intentaba calmarme.Su voz trataba de ser un bálsamo, pero no había forma de que pudiera estar tranquila ante tales acusaciones.Desde aquella vez que quise darle su buen susto yo no había dado más órdenes a Celso.No voy a buscar a Liam para explicar nada, es obvio que ya se formó una idea errónea y me cree responsable de lo sucedido en Resplandor.—Brad, ¿cómo se le ocurre a Liam pensar que soy capaz de tanto? — Mis palabras fluyeron rápido, impulsadas por el m

Liam Jones.Salgo de Solaris Innovations con la cabeza nublada de pensamientos opresivos.Tenía esperanzas con Ava y lo que ella me dijo fue un duro golpe que me ha dejado aturdido.Estoy cansado de enfrentar los muros de su indiferencia.En este momento deseo estar solo. Me acerco al chófer, dispuesto a decirle que caminaré un poco. Pero él me abre la puerta del coche.—Alfa, Liam. ¿A dónde lo llevo?Me quedo parado, sumido en mis pensamientos.Necesito ese espacio para reflexionar, pero justo en ese momento, mi teléfono suena insistentemente.La llamada proviene de la oficina. Suspendo mis intenciones y contesto.—Sí, iré, pero primero voy a casa —respondo con voz apagada, tratando de lidiar con mi desánimo.La voz de mi secretaria del otro lado de la línea insiste en detalles sobre el próximo proyecto, pero todo suena lejano, como si estuviera escuchando a través de un túnel.Mis pensamientos están apuntando a otra dirección; no logro concentrarme en nada más que en la agitación in

Ava Hills.Contuve la respiración al recorrer ese frío y largo pasillo de la clínica.Deseaba caminar más rápido y mis pasos eran muy lentos, temía verlo en mal estado.Traté de preparar mi mente ante lo que podía ver al abrir esa puerta. ¿Cómo estaría?Temía verlo en últimas condiciones herido, inconsciente, a punto de expirar.Cuando finalmente entré, mi corazón se sobresaltó.Allí estaba él, acostado sobre esa cama, conectado a múltiples máquinas que pitaban y mostraban lecturas constantes de sus signos vitales.Su rostro, siempre tan vivo y lleno de energía, ahora lucía pálido y vulnerable. No podía evitar que las lágrimas fluyeran por mis mejillas.Me acerqué lentamente, sus ojos estaban cerrados, pero aún podía ver algunas de las características que tanto amaba.Esa mandíbula definida, esos labios que me habían sonreído tantas veces… En un impulso, le di un beso suave en la mejilla. Un beso lleno de amor, de esperanza y de dolor.—Lían, no puedes irte, yo te lo prohíbo.Volví a

Ava Hills.Mis nervios iban en aumento, cuando ví a Brad y a mi padre en la sala, contuve las lágrimas.—Ava, cariño ¿ Dónde estabas? Aquí el suegro me decía que….Yo salí corriendo escaleras arriba, no deseaba derrumbarme delante de ellos, ni mucho menos que supieran la causa de mi dolor.“Yo como siempre, soy una ilusa, debí hacerle caso a mi razonamiento que me advertía que no debía ir, pero mi corazón es tonto.”Solo deseaba verlo una vez más, tal vez para despedirme de lo que alguna vez había creído que teníamos.Sabía que ese sería mi último encuentro con Liam, lo que no sabía es con quien lo vería.Mis pensamientos se arremolinaban como un tornado; la verdad me golpeaba con toda su fuerza.“¿Cómo pude ser tan ingenua?”, me repetía una y otra vez mi mente. La imagen de Liam sonriéndome, en nuestros momentos felices se ligaba con la de Mel riéndose de mí.Recordé la angustia que sentí al verlo alguna vez en la cama de Mel. Era un cretino. Un mentiroso que no podía aceptar los e

Liam Jones.La adrenalina corría por mis venas mientras mantenía al detective Milton presionado contra la pared.Su mirada reflejaba el miedo y la sorpresa; su temblor, era la evidencia de que algo ocultaba.—Alfa, Liam, ¿qué te pasa? — pronunció entre jadeos, tratando de mantener la compostura frente a mi furia.—Eso te pregunto yo a ti. ¿Por qué huyes? — apreté un poco más mi agarre, dejándole claro que no iba a soltarlo hasta que me diera las respuestas que necesitaba.El hombre comenzó a toser y aflojé un poco.—Ahora me dirás qué era eso que deseabas decir aquella vez.Milton tragó saliva y asintió lentamente.—Se lo diré, pero suelta mi cuello. —Su voz temblaba.Lo solté un poco, listo para volver a presionarlo si no decía lo que necesitaba saber.--Descubrí que Ava y la hija del señor Hills son la misma persona. Además, ella es la última descendiente de la manada Luna de Abril, hija de Leonor Scott.Ante la sorpresa me quedé en silencio, tratando de procesar tanta información.