Liam Jones. El día de hoy es duro, más de lo que había anticipado. El Alfa Edwards Hills, tomó la decisión de romper la sociedad conmigo.Aunque intuía que esta ruptura se estaba cocinando desde hacía tiempo, no pude evitar sentirme traicionado y confundido. “ ¡No me importa! “. Trato de restar importancia.La causa principal, evidentemente, era la reciente entrevista que Noah había dado a los medios de comunicación sobre mi vida privada. Varios socios se habían ido, lo que no esperaba era que Hills se dejara llevar de esos rumores.Mi reputación de empresario serio está por el suyo debido a las malas interpretaciones dentro del consorcio.Cada palabra que Noah había compartido acerca de mí había herido y desestabilizando mi reputación.La presión aumentaba, y varios de nuestros rivales comerciales se habían hecho eco de la situación. Todos hacen leña del árbol caído, durante años el consorcio Jones ha sido líder en Norteamérica.Ahora cuando entraba a mi hora menguada todos se

Liam Jones.— ¿Ahora resulta que tienes la memoria corta? — me dijo Ava con desprecio, y su mirada sacudió mi mundo.Me sentía confundido, atrapado en una tormenta de emociones que no sabía cómo manejar.Ahora yo era el villano de la historia, el culpable de todos los malestares que le habían aquejado.— ¿De qué se trata todo este asunto? – le respondí, tratando de recuperar el control de la conversación.No entendía nada. ¿Qué era eso de que casi había causado su muerte?—El rechazo pega fuerte pero no mata — añadí, intentando restar importancia a las fuertes acusaciones que ella me había lanzado a la cara.Ava me miró con rabia, sus ojos llamativos reflejaban un dolor que ya había sentido varias veces antes.—Vamos, Liam. No te hagas el idiota. Tú querías verme muerta. ¿Qué daño te hice para merecer tu odio?No le encontraba lógica a ninguna de sus palabras, más bien me pareció necio de su parte, yo la había buscado desde hacía meses para arreglar lo nuestro y ella sale con esas pal

Liam Jones.La confrontación con Ava dejó un sabor amargo en mi boca.No podía entender cómo una parte de mí todavía anhelaba su presencia, mientras que otra parte se resistía a creer que había regresado con malas intenciones.Cuando finalmente llegué a la mansión, el peso de sus palabras y miradas aún estaban grabadas en mi mente.El ama de llaves me recibió con su habitual amabilidad, ofreciéndome comida, pero no podía pasar un bocado.—No quiero nada —respondí, sintiéndome irritado por la insistencia. —Caramba, déjame a solas.Al cerrar la puerta tras de sí, sentí la presión de la soledad invadiendo mi estudio.Sin pensar, vacié el escritorio, arrojando papeles y plumas al suelo, de un solo manotazo.Me asomé a la ventana y ahí estaba; la luna llena brillando intensamente.Atraje una respiración profunda y, sin pensarlo dos veces, me quité la camisa de un tirón, sintiendo la libertad del aire contra mi piel.Un ruido detrás de mí rompió mi concentración. Era esa Omega joven que hab

Liam Jones.El ambiente en el bar era melancólico, un violinista tocaba una pieza musical que tocaba el alma.Entre cada sorbo de whisky dejaba salir un suspiro profundo.Cada nota que tocaba ese músico estaba impregnada de una tristeza que me era familiar.Desde la barra veía a la gente charlar y disfrutar de su tiempo, ajenos a las horas que pasaban.“ ¡Cuánto vacío en mi corazón!” , pensaba mientras esas notas me embriagaba de nostalgia.Fue en medio de ese trance que lo ví, al otro extremo de la barra.—¿Y a este qué le pasa? apenas empieza a ser novio de Ava, ¿Ya andará despechado?Brad se levantó y caminó. Hacia mí con el ceño fruncido .Cuando lo vi venir hacia mí de inmediato tuve la seguridad de que habría problemas.—Contigo quiero hablar —dijo, y sus ojos chispeaban de enojo.No sabía qué pasaba por la cabeza de Brad, pero supuse que se trataba de Ava.Pensar en ella me hizo sentir miserable . Ella era un tema delicado entre nosotros.—¿No sientes cargo de conciencia por lo

Liam JonesEra un alivio para mí, ver a Ava de su salida de la universidad.La felicidad se desvaneció rápidamente cuando ella me miró con desprecio.—Liam… no des un paso más.Eso no me detuvo para nada, tenía una mezcla de nerviosismo y determinación mientras me acercaba.Estaba decidido a aclarar las cosas entre nosotros, a pedir perdón por lo que había sucedido.Pero a medida que me aproximaba, sus ojos, que antes irradiaban calidez, estaban llenos de desconfianza y desdén.—Me alegra verte, Ava —comencé, intentando sonar despreocupado, pero su mirada crítica me hizo dudar de mí mismo.—A mí no me alegra tanto. No creas que no me enteré de que golpeaste a Brad.Su frialdad era abrumadora, de seguro Brad aprovechó para tergiversar los hechos.Mis labios se curvaron en una sonrisa burlona, aunque mi corazón latía con fuerza.La verdad es que había perdido los estribos cuando vi a Brad acercándose para insultarme.Al verla defender a su novio, los celos y el orgullo del macho herido