Connor—Vamos, pequeño... Casi te tengo justo donde quiero.Avanzaba por el bosque, silencioso y ágil, como el cazador experto que soy. Tenía a mi presa en la mira.El pequeño en cuestión era un zorro kit —la especie más pequeña de zorros nativos de Estados Unidos. Era alargado, de color arena, más o menos del tamaño de un labrador joven, a medio camino entre cachorro y perro adulto. Demonios, en realidad no se veía tan distinto a un cachorro, con esos ojos grandes y esa lengua rosada colgando mientras jadeaba para recuperar el aliento.Y agradecí que por fin estuviera jadeando. Llevaba casi una hora persiguiendo a ese condenado por los bosques nevados de Colorado, y ya estaba listo para lanzar el golpe final.Inhalé profundo, lento, asegurándome de estar bien firme. Era ya tarde, y el sol se colaba en haces inclinados a través de las ramas desnudas de los árboles. Estábamos en pleno invierno, con la nieve todavía cubriendo el suelo. La temperatura había subido apenas por encima del p
Leer más