Durante los siguientes días me encontré casualmente con el lobo intentando todas las técnicas que se me ocurrían sin éxito. Intenté ser casual, pero resultó terriblemente obvio que no quería tener ningún tipo de conversación. Al pasar un mes, tuve que recurrir a mis fuentes de sabiduría eterna en cuestión de machos. -¿Cómo puedo hacer que un macho adulto quiera hablar conmigo sobre técnicas de caza? Donovan frunció el ceño. -Pregúntale. No es difícil hablar con cualquier adulto. -Ni siquiera reconoce mi existencia más allá de la cortesía. - Bufé. Devolvía mis saludos, pero solo eso. -Golpéalo. -Donovan, Zayn, Teodore y yo miramos a Kyle.- ¿Qué? Necesita romper el hielo. Después de que se saquen la mala leche a golpes, pueden tener una conversación. -Eso solo funciona entre machos, tonto. - Dijo mi hermano rodando los ojos. - De cualquier forma, ¿Por qué no nos preguntas a nosotros? ¿Tiene que ser un adulto? -Porque de entre ustedes solo él sabe lo que quiero y no e
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