Christian WalkerSinceramente, ver que Michael Vanderbilt seguía en el camino, me causó una gran sensación de molestia. Sé que no soy un santo, sé claramente que tengo un pasado, pero, la parte de mi hombría herida, no puedo ocultarla.Sí, sinceramente, quisiera despellejar a ese hombre con mis manos. Él tuvo la oportunidad que yo mismo me negué, pero ahora que volvamos a estar juntos, no pienso dejar la puerta entreabierta para que venga y haga lo que quiera con mi familia, ya una vez los perdí, no pienso volver a pasar por ello, menos cuando de por medio están mis hijos.He sido claro con Flor, acepté que ella tenía una vida luego de dejarme. Eso puedo tolerarlo, pero no pienso tolerar que, aquel maldito hombre, siga rondando nuestra familia, como si nada ocurriera.- ¡Papito! ¿Vas a cenar? Mamá dijo que viniera a ver si querías cenar con nosotros… -dice Samy que es la niña más dulce que me pudo tocar.- ¡Claro que sí cariño! ¡Vamos, no hagamos esperar a mamá! -digo y la tomé en mis

Christian Walker Salgo de aquel que por un momento creí que podría ser nuestro hogar, me duele por los niños, pero no pienso permitir que lo que hay entre Flor y yo, termine lastimándoles. Ya bastante carga, tengo con el pasado y lo que le hice pasar a Flor, como para que ahora mis hijos se la pasen viendo cómo su madre me echa en cara, lo que evidentemente es la verdad. No quiero ir a la mansión de mi abuelo, es obvio que, si voy, estallará la bomba, así que mejor opto por ir a un hotel. Mañana ya le pediré a mi asistente que me busque un apartamento. Vaya, nunca había hecho algo así. Mi abuelo, a pesar de ser un mal nieto, como dice, nunca quise salirme de casa y, ahora, me sorprendo cómo es que, mirando atrás, nunca compré un apartamento para mí. Llego al hotel y lo primero que se me viene a la cabeza es hablar con Juan. Ya no puedo seguirle ocultando el tema de las tierras que son de Flor. Así que mañana mismo le pediré a mi abogado que traspase todo a su nombre, hablaré con J

Flor Pérez Luego de una tarde de palomitas, helado y cine, mis hijos lucían más tranquilos. Las imágenes de hoy por la mañana, cuando mis hijos se dieron cuenta de que su padre nos estaba, me rompieron. Ellos son muy pequeños y jamás había puesto atención a cuál importante era para ellos la idea de tener a su padre. Me siento mal conmigo misma, porque el tiempo en California yo lo creía bueno, peor no me daba cuenta de que ellos buscaban a su padre inconscientemente. Michael siempre actuaba como un tío cariñoso, les compraba todo lo que querían y los consentía más de la cuenta. Nunca les mentí diciéndoles que él era su padre, aunque él me lo decía, yo nunca quise confundirlos de esa manera. Ahora, agradezco no haber hecho caso de eso, ya que, de haber sucedido aquello, hubiese sido un shock tremendo para mis hijos. Solo les hubiese causado confusión y dolor, puesto que sería una mentira muy grande y seré tonta, pero esas cosas no se les hacen a los hijos. Debo reconocer que si, m