Kevin WalkerSabía que el regreso de Flor en la vida de mi nieto causaría algunos estragos, pero no sabía cuántos. Flor siempre me pareció una buena chica, más sabiendo quién era su madre, sabía que mis nietos serían bellos, Flor es hermosa, cuando la conocí era una niña, pero poco a poco iba mostrando la misma belleza que caracterizaba a su madre.No podía permitir que una simple puta como Agatha se entrometiera en nuestra vida, sí, admito que en un principio apoyaba a Miranda con la idea de un matrimonio entre ella y mi hijo, pero luego de investigarla y conocer su historial, sinceramente, me abstuve de hacer algún esfuerzo para que ella se casara con mi nieto.Cuando flor se acercó a mí, vi la manera perfecta de conseguirle una buena esposa, sabía que no era una oportunista, sabía que no provenía de buena cuna, ni de apellido rimbombante, pero de algo estaba seguro y eso era que, ella era pura, no había malicia, era una chica inocente, una que fácilmente podías manipular y conseguir

Kevin Walker - ¿Por qué no aceptas mi propuesta? Yo podría darte todo lo que tú quisieras… -digo y ella se ve que duda, pero no lo hace, no acepta. - Ya le dije que no con un demonio, ¿Acaso no entiende? ¿De qué manera le debo decir que no me interesa? No se confunda, el que seamos amables no le da pie a pensarse otras cosas y si así fue, discúlpeme, jamás fue mi intención, provocar este tipo de situaciones. -dice y sus palabras me dejan claro que jamás me aceptará. - ¿Señor Walker? ¿Señor Walker? -dice Catalina y me saca de aquel turbio recuerdo. - ¿Qué sucede Catalina? -preguntó un tanto irritado. - Tiene visitas, señor… -dice e inmediatamente lo veo. - ¡Michael! ¿Por qué no me avisaste que venías? -digo fingiendo no saber nada de sus planes. - Kevin, la razón de mi visita no es de cortesía y debes saberlo. - Toma asiento… -digo señalándole la silla que está en la mesita de jardín. – Dime entonces, ¿A qué debo que vengas a visitarme desde California? Una vez que vemos cómo C

Flor PérezLuego de un largo baño, finalmente voy a la cama, por largo rato doy vueltas en la cama, hasta que por fin, supongo que me ganó el sueño.--- 9 años atrás ---- Bien, mi querida esposa, cómo podrás darte cuenta, esto solo es un teatro, tú y yo, simplemente nos casamos por compromiso.A mí, mi abuelo me obligó y a ti, no sé qué te haya ofrecido, además de salvar tus tierras, pero debo dejarte algo claro, me importa una m****a este matrimonio y debes saber que no soy hombre de una sola mujer. -dijo Christian como queriendo dejarme claro que nunca entraría en mi corazón.- Christian… -dije al escuchar sus frías palabras.- De Christian, nada, debo dejar claro que no me interesas, para mí, tú, tú no eres nadie. Bueno, sí, eres una chamaca que no sé por qué mi abuelo insiste en meterla en la familia.En realidad, ya estás dentro, tú y yo, podemos fingir que no existimos y con eso, sé que podremos sobrellevar nuestro matrimonio.- Yo… Yo te amo Christian… -dije creyendo que eso do

Flor PérezLuego de asearme, finalmente salgo de la habitación y voy a la cocina, mi niño, mi hermoso príncipe, me lleva de la mano, veo que Samy ya está desayunando, tan pronto me ve, se baja de la silla y se abalanza hacia mí.- ¡Mamita! ¿Ya estás lista? ¡Papá, no debe tardar en llegar! ¡Vamos, desayuna! -dice mi hija y casi me tira de tanto jaloneo.Nunca pensé que a mis hijos les hiciera tanta falta conocer a su padre. La imagen que tengo de Christian dista mucho de lo que mis niños ven ahora, montones de recuerdos dolorosos, fueron 1095 días de recuerdos malos, de momentos agrios, pero no solo fue Christian, fue el personal de la casa, fue Miranda White, fue Matt Olson, fue Agatha Jones…- ¡Niños! -dice Blanca y mis hijos inmediatamente voltean a mirarla.- ¡Sí, tía! -contestan los 3 a unísono.- ¡Vayan a lavarse los dientes!- ¡Ouch!- Nada de ouch, vayan, vayan…Tan pronto como ve que mis hijos y Gael se van, comienza con el interrogatorio que bien sé, muere por hacerlo.- Tere…

Christian WalkerLlego a casa de Matías, el portero me abre la puerta sin anunciarme, llego a las escaleras de acceso y veo a Samy sentada en el primer escalón.- ¡Papá! ¡Pensé que no venías! -dijo mi niña abalanzándose sobre mí.- ¡Mi niña! Les prometí que vendría y eso hice, solo que en esta ciudad el tráfico de autos es una locura, pero bueno… Ya estoy aquí, ¿Tu mamá? ¿Tu hermano?- Ángel debe estar en la sala viendo televisión y mamá creyó que ya no vendrías, entró a la cocina con la tía Blanca.- ¡Oh! ¿Le podrás hablar?- ¿Por qué no pasas a la casa?- No, mi cielo, primero háblale, ya si ella me da permiso, yo puedo pasar…- Mmm, está bien, voy por ella…Veo cómo mi niña se va dentro de la casa y siento cómo mi pecho me crece de orgullo, ella es el recordatorio constante de mi madre, es tan dulce, es tan tierna… Aún me cuesta creer que pronto estaremos viviendo juntos.- Pensé que ya no venías… -dice Flor al salir de casa con una franela en las manos y un mandil amarrado en la ci