MaddisonHa pasado casi una semana desde el susto. He seguido todas las indicaciones del médico al pie de la letra: descanso, alimentación saludable, nada de estrés —aunque eso sea casi una broma— y mucha, muchísima calma. Andrew me ha cuidado como si fuera de cristal, y Claire se ha quedado conmigo, ayudándome en todo, desde cocinar hasta acompañarme a mis chequeos. Me siento un poco mimada, no lo voy a negar, pero también aliviada de no estar sola.El bebé está bien. Lo sé porque cada vez que me acaricio el vientre, siento ese leve movimiento, como si tratara de decirme que está ahí, que me necesita fuerte. Y yo lo intento Por él, por mí y por todo lo que viene. Aun no sé si es niña o niño, pero a mí me gusta pensar que es un pequeño varoncito.Volví a trabajar en la cafetería hace un par de días. Solo media jornada, nada exigente. El ambiente es tranquilo, y estar ocupada me ayuda a no pensar tanto en Derek, en todo lo que se rompió, lo que duele más de lo que debería.Desde que An
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