IRINA— Algunos miembros de nuestro clan estaban afuera, en misiones, cuando ocurrió la calamidad — Kaelor me explicó con el ceño fruncido. —Estaban dispersos, no llegaban a 10 personas, supongo que fue lo último que sobrevivió de mi gente.—Entonces… mi madre descendió de algún sobreviviente. Recordé el tenue resplandor que desprendía y solo Elin pudo ver.—Eso parece.— Pero, ¿por qué parecía tan perdida conmigo? No sabía lo que me sucedía, jamás me habló de ustedes o hizo nada mágico.— El poder estaba latente en su sangre, pero no se nutrió, ni desarrolló - me explicó suspirando.— Al pasar las generaciones, sin recibir las bendiciones de nuestra deidad y mezclándose con otras razas, fue decayendo. El odio se filtró de repente entre sus palabras.— Ese maldito de Cassian se encargó de borrar nuestra historia de las mentes de los hombres lobos y quizás hasta persiguió a los Auryels sobrevivientes, para seguirles robando su sangre.— Por eso quizás no mencionaron sus orígenes a s

AVA —¿Qué? ¿De verdad fue así esa locura? No podía creer lo que Greyson me contaba. Traiciones y conspiraciones, masacre, vínculos rotos y él apresando a la víctima. —¿Todo este tiempo has encerrado a un hombre inocente? —No soy inocente. La culpa de lo que sucedió la tengo yo… por confiar en las personas equivocadas —la voz magnética habló cerca.Me tensé entre los brazos de mi mate, que se apretaron con más fuerza a mi alrededor. Greyson se había alejado del campamento improvisado que hicieron sus soldados. Quedaba reubicar también a los sirvientes que escaparon por las otras puertas y fueron guiados por Leonardo a través de los túneles. —Lord Kaelor —mi compañero dijo su nombre en tono serio. Me giré intentando ponerme de pie. Flotaba en el aire, tan majestuoso, hasta colocar sus botas sobre la hierba, y traía a una mujer entre sus manos. —¡Mamá! Me incorporé enseguida con la ayuda de Greyson. Mis piernas se sentían aún entumecidas. —Ella está procesando aún la magia,

NARRADORAOwen y Alex se quedaron solos un instante.—De verdad que ella es tan increíble como la describías —Alex confesó en un suspiro. Owen siempre hablaba de su amiga alocada de la juventud. De lo genial y buena que era en todo. Incluso en ocasiones le tuvo celos tontos.—Ella es más increíble aún —Owen asintió, apartando al fin sus ojos de la espalda de su padre y de esa madre amiga que el destino le había mandado.—Ahora ya todos lo saben, mi amor. La verdad es que tu padre lo tomó mejor de lo que imaginé —Alex subió los brazos para enredarlos detrás del cuello de su mate.—Si los exilian del trono, papá los recibirá en nuestra manada. No tengamos más miedo, Alex. —Bien —asintió, recargándose contra el duro pecho.—. Al final esos Alfas arcaicos y viejos me van a atacar por mi sexualidad. Nadie querrá a un rey “con flojera” —dijo con sarcasmo y amargura.No todos los Alfas eran progresistas como Grayson. Aunque incluso el Alfa Hunter de antes, el que cargaba con una responsab

NARRADORA—Aquí… aquí está…La memoria fue arrebatada de su mano temblorosa por Grayson.—¿El computador?—Sobre la mesita de la cocina —dijo en voz baja.Lo vio marcharse y, por supuesto, no lo siguió. Se quedó de pie, mirando nerviosa a la salida y luego a Owen.“Nieto, te lo suplico por tu madre, ¡no me dejes en manos del Alfa Hunter! ¡Él va a asesinarme!”Le pedía implorante a Owen mientras se movía poco a poco hacia la puerta de entrada. Confiaba aún en el corazón blando del Alfa.“Me usaste, abuela. Permitiste que ese hombre nos manipulara, como mismo utilizaron a mamá para vigilar a Grayson.”Winifred tragó en seco. Lo sabía, ese lengüilargo del secretario al final las delató.“¡No tuvimos opciones! ¡El Consejero nos amenazó! Owen, no me vas a ver más, por favor… me iré, me iré lejos.”Winifred no podía seguir perdiendo más tiempo. Grayson estaba entretenido en la cocina. Este era su momento. Corrió hacia la puerta, arriesgándolo todo. Apostando a que Owen le daría una bre

NARRADORAUnos días después, se reunió el Concilio de Emergencia con los principales Alfas de las manadas. Se llevó a cabo en el salón de un hotel, en una zona neutral. Las cosas, desde el inicio, no pintaban bien.El poder era algo que todos codiciaban.—¡No quiero que me sigan dirigiendo unos niñatos incapaces! ¡Mira el desastre que hicieron! —uno de los líderes dio un golpe seco en el reposabrazos.Todos hicieron un círculo amplio y debatían. Esos Alfas apenas y se habían enterado de algunos secretos muy bien escondidos.—Yo propongo al Alfa Hunter, él fue quien acabó con la amenaza del Consejero…—¿El Alfa Hunter? —lo interrumpió con cara de burla otro Alfa.—. ¿Acaso no fueron en primer lugar los Hunter los que se equivocaron en su misión?—Cuida lo que dices, Montgomery —el gruñido de Grayson enervó la sala.Sentado en su asiento con Owen de pie a su espalda. Era una presencia muy difícil de igualar, y eso que había bajado un poco su aura. La noticia de la transformación bes