Caminamos hacia el estacionamiento y me guía hacia su auto… nada más y nada menos que un Ferrari rojo polarizado, el mismo que vi estacionado en el instituto. Es un vehículo lujoso y cómodo, jamás había subido a algo tan hermoso y… caro.No puedo evitar preguntar si es realmente suyo, y ella solo sonríe mientras arranca. Maneja a una velocidad prudente, casi elegante, y enciende la radio. Suena una canción suave. No reconozco al cantante, pero es un buen tema.¿Puedo preguntar cuántos años tienes?¿No te enseñaron que a una mujer no se le pregunta la edad? bromea, sin apartar la vista del camino.¿Me lo vas a decir o no?Jajaja... Veinte. Aunque parezco de dieciocho, ¿no crees?“La verdad, sí pareces de dieciocho... Pero la edad verdadera, esa no te la crees ni tú.”“¡Qué desconfiada!”La miro de reojo. Sí, parece de dieciocho. Su piel es suave, su rostro delicado, y cuando sonríe se ve hasta un poco infantil. Entonces, de pronto, suelta:“Ciento cuarenta hermosos añitos.”Pero ya n

Sin embargo, noté que ella ni se inmutaba por la transformación que presenció, lo cual quiere decir que lo sabía, y tal vez hasta es parte de ellos. Esta revelación ha añadido un nivel adicional de complejidad a la situación. Me pregunto cuánto más oculta Samantha sobre sí misma y si estos vínculos con esos lobos podrían afectar nuestras interacciones futuras. Por ahora, estoy decidida a descubrir la verdad y entender completamente el mundo en el que ahora estoy involucrada.Después de ese día, me dediqué a atrapar a todo neófito que encontré. Los entrevisto y torturo, pero no me han dado información sobre quién los está creando ni con qué objetivo. Solo dejan claro que matarán todo lo que encuentren con vida, y lamentablemente, así ha sido; hemos tenido muchas bajas en la ciudad. Esto me preocupa. Por eso, desde ese día, la sigo cuando se junta con su grupo de amigos. A veces entrenan y otras cazan neófitos. Han tenido tres éxitos, y la verdad es que cuando atacan en grupo, son bastan

Al terminar, las chicas van a los vestuarios para ducharse y cambiarse. Yo voy por mi botella para seguirlas, pero..."Catalina, ¿verdad?" La miro y asiento, consciente de que algunos de mis compañeros nos están observando."¿Me puedes ayudar a recoger las cosas?", me sonríe."Claro", respondo, comenzando a recoger un par de pelotas. Cuando veo que no queda nadie más, me acerco a ella."¿Qué m****a haces aquí?""Qué grosera, te pondría una anotación negativa por eso.""No estoy para bromas. ¿Qué haces aquí? ¿Cómo me encontraste?""Casi, no seas así. Solo vine a trabajar. Es uno de mis pasa...""No me vengas con esas mentiras. Odias los colegios, odias a los niños...""Ok, me pillaste. Quería estar más cerquita tuyo.""Isabela, no estoy para bromas. De verdad, ¿cómo me encontraste?""Sabes que una de mis fantasías es una aventura entre una alumna y su profe. Y estoy muy vieja para ser la alumna, pero yo puedo ser la profesora y tú..." se queda cerquita de mí, demasiado cerca."Isabela,

"¿El grupo de Samantha será así? ¿O no serán iguales a los demás?" Pero yo no siento que ella sea... hum, desalmada, cruel. Cuando estoy junto a ella, siento que emana ternura, alegría, y puedo reconocer que en el fondo de su ser existe un poco de dolor.Tuve una magnífica idea para que Samantha me desbloqueara y así poder invitarla a la fiesta de esta noche, pero no sirvió de nada, ya que irá con el imbécil de Alex. Muero de celos. Ya no puedo negarme al hecho de que me hierve saber que ella prefiere salir con él hoy nuevamente. Se la pasó toda la mañana riendo y coqueteándole. Lo peor es que mi cabeza me juega malas pasadas. A veces me hace pensar que siente cosas por mí. Tal vez no le gusto como ella a mí, pero sí llegué a pensar en algún momento que ella se sentía atraída por mí. Lo cual hoy me queda más que claro que nunca fue así.Lo mejor será que hoy vaya por alimento. Hace mucho que no me alimento bien y estoy sintiendo los síntomas de debilidad en mi cuerpo.Así dejaré de pen

Capítulo 9: AbrazarSamantha Montier Dalton"Llegó una nueva profesora al instituto y todos están babeando por ella. La mujer es casi como una diosa griega y no debe pasar los 27 se ve muy joven para ser profesora. Lo peor es que podría jurar que conoce bastante bien a Cata; las encontré en una situación comprometedora en el gimnasio, la muy sucia estaba casi encima de catalina y en clases, la profesora no deja de mirarla y coquetearle descaradamente. ¿No se supone que está prohibido relacionarse con alumnas? Eso es acoso, abuso y desagradable. Aunque presiento que no es una profesora cualquiera, estoy casi segura de que es una sanguijuela igual a esta persona molesta que no deja de enviarme mensajes.Por suerte, ya es jueves y aunque Cata me esperaba en la entrada, la ignoré y fui a hablar con Alex. Me invitó a una fiesta, pero la verdad no me gusta ese tipo de cosas, así que le dije que no podría, me invente una cena familiar.Las clases iban estupendamente, aunque Cata no dejaba de