Capitulo 28
"Hip, noo hip, puto hipppo... Ya, sácatelos. Lentes", niego con la cabeza, "nunca puedes, nunhipca me dices nada, hip, y siempre estás con esos, hip, feos lentes, hip. ¿Por qué no puedes? No lo entiendo", comienza a acercarse más a mí, y lo siento, siento el latido otra vez.

"Yo tampoco lo entiendo, pero... ¿Qué haces?" Está muy cerca de mi boca, y miro sus labios perfectos, apetitosos... ¡No pienses eso, no pienses en eso! Mi corazón late, ya no es solo un latido, son muchos, aún lejanos e inaudibles para los demás, pero yo lo siento. "Me saco los lentes si me dejas llevarte a tu departamento." No me dice nada, no se alega; estamos muy cerca, y muerde su labio inferior. Siento su aliento cálido... Toc, toc, toc, tocan la puerta, y de un salto retrocede sorprendida.

"¡¡Está ocupado, me meoo!!"

"Ya salimos", respondo, y la miro; ella asiente y es la primera en abandonar el baño, con dirección a la salida. Se tambalea bastante, pero avanza a paso firme. La sigo de cerca, atenta a cualqui
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