El lugar está tan silencioso, que incluso un suspiro puede ser escuchado a varios metros de distancia.Luisa va a acercar su temblorosa mano al vientre de Oleika para finalmente descubrir la verdad, aunque un instante antes de que su piel roce la de ella, una mano la detiene.— Espera… — susurra Oleika al mismo tiempo que cierra los ojos— necesito un poco de tiempo, necesito prepararme para cualquiera de las dos posibilidades.Jadea de forma sonora como si estuviera en labor de parto.— Ten fe en la Diosa Luna y la madre naturaleza, que ambas te darán la bendición de poder salvar a las criaturas que tienes en tu vientre— susurra Luisa sintiendo los mismos nervios que la pelirroja aunque ocultándolos bajo varias capas de mentiras y autocompasión.Los ojos color gris con las pequeñas motas en tono dorado característicos de Oleika dejaban bastante claro que se sentía nerviosa, ansiosa e indefensa sin importar qué tanto pudiera ofrecer, que tanto pudiera sacrificarse, nada tendría sentido

Malcolm siente como si el tiempo hubiera dejado de transcurrir, la mirada comprensiva e incluso condescendiente de Wone, era una clara premonición de lo que estaba por venir.— Alfa yo…— en ese momento su voz se hace más tenue, delicada y sobre todo insegura.— No te detengas, no tengas consideración, recuerda que soy el Alfa, tengo derecho a saber en qué situación se encuentra mi pareja— en ese momento Malcolm suspira y hace la principal pregunta que atormentaba su conciencia— dime ¿cómo vamos a conseguir que ambas criaturas se mantengan con vida cuando los tiempos de gestación son completamente diferentes?Wone a pesar de no querer aceptarlo, tenía que reconocer que ella misma se encontraba con la misma incógnita.— He estado pensando en congelar el crecimiento del cachorro, solo el tiempo necesario para darle fuerza y tiempo a la hembra.— Eso ¿no dañará la fuerza y la conexión del lazo de el lado humano del cachorro con el de su lobo?— cuestionar Malcolm de forma automática.— N

Oleika camina nerviosa en un pequeño sendero al final de una ruta.— ¿Qué sucede?— cuestiona Luisa al mismo tiempo que llega sólo con unos segundos de diferencia de Wone.Oleika les había dejado unos recados escritos con suma rapidez en cada una de sus habitaciones.— Escuchen ¿creen que podemos confiar en todos los que se encuentran en la manada?— cuestiona la pelirroja aun apretando las manos desesperada por identificar quién es el traidor.Wone y Luisa se miran entre ellas confundidas y sin respuesta.— ¿Que es lo que sucede?— pregunta la bruja de mayor edad.— En la habitación— comienza Oleika— encontré varios artefactos que según yo se llaman dearas— ambas movieron las cejas haciendo un gesto de no comprender— Eso no puede ser…— comienza a Luisa— Los dearas son utilizados para filtrar información o incluso para observar de manera permanente las verdaderas intenciones de alguien sin que sepa que es observado.Oleika asiente y suspira.—Alguien las colocó ahí, son varios dentro

Luisa iba corriendo en busca de encontrar una forma para canalizar su magia y evitar ser consumida por la sangre que llovía del cielo de forma estruendosa, cada una de sus respiraciones hacia una barrera entre su conciencia y la presencia de su maná.“¿cómo? ¿Cómo puede ser posible que su magia estuviera siendo escondida por una simple lluvia” Luisa se negaba a aceptar que esto formara parte de los planes que su vampiro controlador tuviera para ella.“Sé que me encontraste, sé que sabes que estoy aquí pero… ellos no tienen la culpa” pensaba al mismo tiempo que seguía corriendo motivada esta vez por la culpa de sus pensamientos que mantenía en secreto.— Tiene que ser una maldita broma— dice Luisa entre jadeos, al mismo tiempo que observa en el centro de la pradera, una roca lunar, brillante y aparentemente ajena de cualquier desastre que estuviera ocurriendo a su alrededor. — Ese es el catalizador— susurra Luisa, al mismo tiempo que observa por todas partes en busca de la presenci

El ambiente estaba húmedo, sombrío y caluroso, jadeos incontables comenzaban a escucharse en la base del castillo, un lugar especialmente creado para protegerse de ataques enemigos , pero que jamás se había necesitado antes.— Cada vez es más difícil respirar— dice Oleika al mismo tiempo que observa a los demás que se encuentran en la misma situación que ella. — Mi garganta está cerrada, es rasposa, me duele— decía ella al mismo tiempo que trataba de inspirar pero sus pulmones resentían el aire dentro.— Debemos limpiarnos y eliminar rastro de esa cosa infernal que nos cayó encima— y sin dudar un solo instante Boris corre por un pasillo que parece interminable aunque conoce el camino correcto para dar con su destino.En el instante en que llegan al lago todos los integrantes se mueven utilizando los últimos estragos de energía que tenía para llegar hasta el claro manantial.— Tranquila pelirroja— susurra Malcolm— no pienso soltarte, yo te llevaré.— y la recompensa con una sonrisa c