Luisa iba corriendo en busca de encontrar una forma para canalizar su magia y evitar ser consumida por la sangre que llovía del cielo de forma estruendosa, cada una de sus respiraciones hacia una barrera entre su conciencia y la presencia de su maná.

“¿cómo? ¿Cómo puede ser posible que su magia estuviera siendo escondida por una simple lluvia” Luisa se negaba a aceptar que esto formara parte de los planes que su vampiro controlador tuviera para ella.

“Sé que me encontraste, sé que sabes que estoy aquí pero… ellos no tienen la culpa” pensaba al mismo tiempo que seguía corriendo motivada esta vez por la culpa de sus pensamientos que mantenía en secreto.

— Tiene que ser una maldita broma— dice Luisa entre jadeos, al mismo tiempo que observa en el centro de la pradera, una roca lunar, brillante y aparentemente ajena de cualquier desastre que estuviera ocurriendo a su alrededor. — Ese es el catalizador— susurra Luisa, al mismo tiempo que observa por todas partes en busca de la presenci