Yalens llegó a una habitación donde Emma se encontraba en un rincón y no se dejaba tocar por nadie, su mano había sufrido quemaduras de primer grado y tosía porque había inhalado bastante hollín.“¡Madre soy yo Yalens, Anton ya viene para acá!” Emma reconoció a Yalens de inmediato, así que se levantó y la abrazo.“¡Tranquila madre, pero debes dejar que ellos te examinen yo estaré contigo!” Yalens acaricio la espalda de la mujer que asintió “¡Mi niña, mi hijo es tan afortunado de tenerte!” Yalens sonrió pesadamente “¡Si madre!” Después de que Emma fue estabilizada y pudo dormir, Yalens salió de la habitación.“¡Señorita Reymond!” “¿Está bien?” “¡Se ve agotada!” dijo el detective que la había estado esperando.“¡Señor Williams, que pena con usted ponerlo en esto!” dijo Yalens avergonzada, pasaban de la una de la madrugada.“¡No sé preocupe señorita, de hecho viaje para poder verla, quien iba a pensar que nos encontraríamos en estás circunstancias!” Yalens sonrió e invito a tomar

Habían pasado dos semanas y Dustin se sentía frustrado mientras recibía un extraño sobre que venía dirigido a Anton, se encontraba tentado a abrirlo al igual el siempre abría la correspondencia de su jefe, pero sentía que ese sobre no era cualquier correspondencia no traía remitente. Negó con su rostro y se dirigió a la oficina de Anton con desasosiego y ansiedad, aunque habían buscado incansablemente era como si a Yalens y su madre se las hubieran tragado la tierra, había una ficha en el puzle que todavía no lograba encajar. Suspiro, “¡Señor ha llegado, este sobre!” Y ahí estaba Anton su vida era como una gran fila de fichas que habían comenzado a caer y aunque intentaba detenerlo no lo lograba, con el fin de año buscar a Yalens se había convertido en un desafío el cual no lograba superar. El humo de su cigarrillo invadía el cuarto oscuro en el que se había convertido su oficina. “¿Cómo amanecieron las acciones?” Dustin siguió y deslizó el sobre por el escritorio de Anton

Yalens había abierto una cuenta de banco, había alquilado la casa y había registrado a su madre en el sistema médico para que fuera tratada todo bajo el nombre de Yuna Frey. Era sábado cuando Dennis se comunicó con ella indicándole que Emma le había enviado una carta, Yalens sintió su corazón acelerarse pero pidió a Dennis enviarla escaneada por correo, quería limitar usar su dirección de residencia. “Querida Yalens Deseo que estés bien al igual que Luciley, dale mis saludos y buenos deseos de mi parte, he extrañado nuestras charlas y juegos matutinos. No sé que sucedió entre mi hijo y tu pero el está sufriendo, se que solicitaste el divorcio y no se que fue lo grave que el ha hecho para que no merezca ser escuchado. Pero no puedo intervenir por el ante ti, solo deseo que logren su felicidad han sido jóvenes que han enfrentado el dolor y la pérdida en estos años. Eres una mujer especial, y deseo solo lo mejor para ti aunque no sea al lado de mi hijo. Con cariño Em

Ines salió de la oficina de Anton con una sonrisa de oreja a oreja, el auto que había diseñado ya había sido terminado y se enviaría a Paris como ella lo había pedido, era su deuda con Víctor. Además, esos meses Anton había permitido que se acercara nuevamente y para ella había logrado grandes avances y tampoco volvió escucharlo hablar de Yalens, aunque había investigado y todavía su divorcio no había procedido se sentía segura, si ella no había aparecido no lo iba hacer. Anton se enfocó en los documentos que había dejado a un lado para atender a Ines que había venido por el permiso de exportación del auto que ella había diseñado y enviado a ensamblar. Se sentía exasperado, masajeo sus sienes, había decidido mantener cerca a Ines no confiaba en ella y sentía que había tenido algo que ver con la desaparición de su esposa y su solicitud de divorcio. Habían sido meses sofocantes, pero había aprendido a sobre llevarlos esperando a que en algún momento hallarían las pistas que

Después de finalizar la llamada con su madre Yalens preparo un gran baño en la tina con olor a sándalo mezclado con el aroma refrescante de las sales de baño, necesitaba estar preparada para este encuentro. *** Anton descendió en la estación de tren cuando el sol posaba en su máximo punto del medio día, había sido un extenso viaje de casi ocho horas, tomo un taxi rumbo al hotel Rybinsk, dónde sin saberlo también se hospedaba Yuna. Llegando allí solicito una habitación pero la capacidad del hotel estaba al tope dado al evento de moda, así que sin opción acepto una habitación matrimonial, ya en ella se extendió en la cama, con su corazón martillando a mil, solo quería encontrarla. Sobre las dieciséis horas Anton salió del hotel rumbo al Pamyatnik Aviatoru donde tendría lugar el evento, vestía un buzo de cuello alto beige, pantalones negros con una abrigo de LIME café que combinaban con sus macasines del mismo color, múltiples miradas se posaron en el. “¡Señor Kalman, que bue