Justo cuando terminó la presentación del proyecto y era el turno de cada grupo para dar sus opiniones, Ulises bajó el teléfono y comenzó a escuchar atentamente.Esta reunión duró bastante tiempo, y cuando estaba a punto de terminar ya eran las doce y diez.El secretario ya se había ido antes porque Marisela lo había contactado para recoger la comida.Después de colocar el termo en la sala interna de la oficina del presidente, el secretario regresó a la sala de reuniones.La reunión terminó, Ulises se levantó para irse, empujó la puerta oculta del compartimento y un aroma delicioso llegó flotando hacia él.Vio a cierta "tragona" sentada en su sofá que ya había empezado a comer, y cuando se miraron, ella le levantó el dedo meñique.—Realmente no sabes nada sobre esperarme —dijo Ulises mientras iba a lavarse las manos.—Desde que dijiste que tu querida hermanita era una "tragona", el hecho de que no haya llevado el termo abajo ya fue muy generoso de mi parte —respondió Celeste con una son

¿Parece que se va a ir del país?Entonces definitivamente tenía que tener éxito esta vez, si no, después de que se fuera del país sería difícil actuar.Marisela estuvo en la oficina de consultas casi dos horas, conociendo completamente el proceso de solicitud de visa y las condiciones necesarias, así como los requisitos de idioma.También se informó sobre la situación laboral local de diferentes países y el país al que finalmente había decidido ir. Cuando salió, ya eran casi las cuatro.Marisela tenía en las manos un grueso fajo de documentos y mientras caminaba revisaba qué empresas con necesidades de empleados había en el país que finalmente había elegido, por lo que no notó para nada al hombre que estaba fumando parado al lado de la pared.Hasta que se escucharon pasos detrás de ella, que la siguieron constantemente, además eran ligeros y rápidos. Marisela frunció ligeramente el ceño, sintió que algo no estaba bien e instintivamente miró hacia atrás.Con esa mirada, un hombre grande

Detrás, los dos guardaespaldas ya los habían alcanzado.Un guardaespaldas abrió la puerta del carro para rescatar a la persona, el otro fue a atrapar al criminal. El hombre vio que las cosas no iban bien y cuando la puerta fue abierta desde afuera, directamente pateó con la esquina de su ropa.El guardaespaldas se agachó para esquivar y los dos empezaron a pelear.Como estaban cerca de la baranda, el espacio era limitado y no podían desplegar bien sus puños y patadas. En unos pocos movimientos no lograron atrapar a nadie.Después de intercambiar esos pocos golpes con el otro, el hombre ya sabía profundamente que no era rival para él.Con el rabillo del ojo vio que la mujer estaba siendo rescatada por la ventana del carro, y pronto vendrían policías a arrestarlo.Decidido, miró el canal de agua bajo la baranda, hizo algunos movimientos falsos primero, luego aprovechó la oportunidad para saltar por encima y se lanzó.El guardaespaldas vio que algo no estaba bien y también saltó al río, p

En la cama del hospital, viendo a su nieto agarrar furiosamente a Daniel para interrogarlo, Eduardo inmediatamente lo amenazó:—¡Lorenzo! ¡¿Qué estás haciendo?! ¡¡Suéltalo ahora mismo!!Lorenzo no escuchó y apretó aún más fuerte con las manos.—¿Tienes evidencia? ¿Por qué me culpas a mí? —habló Daniel con expresión indiferente.—¡Porque Isabella es tu hermana! ¡Quieres vengarte de Marisela por ella! —dijo Lorenzo entre dientes, con cara de total certeza.—Ella ya tiene antecedentes, la vez pasada contrató a alguien para secuestrarla pero no tuvo éxito. Esta vez te tiene a ti, se ha vuelto aún más descarada.Daniel casi se rió de la ira ante esta lógica forzada. Lorenzo realmente era un tipo sin cerebro.Si él hubiera sido el secuestrador, ¿estaría sentado aquí entregándose personalmente?Además, sin ninguna evidencia ya lo había determinado culpable, simplemente arrojando acusaciones al azar.—El asunto de mi hermana ya quedó en el pasado, ella también recibió su castigo, estuvo diez d

Al escuchar esta frase, Lorenzo se quedó completamente paralizado.Irse del país...¿Marisela se iba a ir del país?Ella realmente quería alejarse completamente de él, incluso de San Miguel del Monte, ya ni siquiera quería quedarse en el país...Pensando en esto, Lorenzo comenzó a sentir pánico y le temblaron las manos, porque él no podía irse del país. Los negocios principales del grupo Cárdenas estaban todos en el país.Si quisiera irse con ella, eso significaría que tendría que renunciar a su posición y poder actuales...—También fuimos a la oficina de visas a preguntar y confirmaron que la víctima efectivamente había ido a hacer consultas —la voz del policía continuó sonando del teléfono.—Señor Cárdenas, usted es el exesposo de la víctima. Si este asunto tiene alguna relación con el ataque que sufrió, por favor comparta cualquier pista con nosotros inmediatamente.—Está bien... —respondió Lorenzo, y luego colgó el teléfono.El viaje al extranjero de Marisela y su ataque probableme